La conselleria de Vivienda y Obras Públicas, acertadamente apellidada también de «vertebración del territorio», ha anunciado en el lapso de una semana dos actuaciones destinadas a la recuperación o habilitación de viejos/nuevos caminos con un enfoque claramente medioambiental, como corredores ecológicos, y vinculados también a un tipo de turismo y ocio activo basado en el senderismo. Se trabaja ya en el diseño de un sendero de la costa que recorrerá la fachada litoral valenciana de norte a sur y ha licitado el proyecto de adecuación de la Cañada Real de San Juan y del Cordel del Prado en Requena para su uso como vía ciclopeatonal. Sin presupuesto para grandes carreteras, la conselleria apura el forro de su maltrecho bolsillo con pequeños proyectos como los citados. No hay crítica en esta constatación. Existe sensibilidad y criterio en la apertura de estos caminos, que también vertebran el territorio y que tendrían un hueco en la actual administración, incluso en época de «vacas gordas», como ya lo tuvieron con la anterior. Existe convicción sobre lo que pueden aportar los senderos y antiguas vías pecuarias, adaptadas a su nueva función, al turismo y al medio ambiente, y quizá por eso en la última década se ha invertido algo en los senderos de Gran Recorrido (GR) a través del programa Senda Verde, abandonado cuando empezaron los recortes.
No basta, sin embargo, con abrir nuevos caminos o dotarlos de una tutela legal. Cabría hacer más esfuerzos en mantenerlos. Es una responsabilidad que deben compartir los ciudadanos, que en muchos casos solo ven en los caminos públicos el lugar en el que deshacerse de sus escombros y basuras, a veces realizando trayectos y sumando distancias que multiplican por muchos dígitos la existente desde su casa hasta el ecoparque más próximo y siempre con total impunidad. En estos casos, el camino se convierte en el escaparate de lo peor de nuestra sociedad y se malogra el potencial de generar riqueza que le atribuyen varios informes elaborados en la Unión Europea y por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
