La reciente muerte de Sonia Rykiel ha hecho desempolvar el calificativo de «Reina del punto», que tan constantemente se le aplicó. Es cierto que a ella debemos que el punto, rebasando su estatus de prenda meramente práctica, entrara de lleno en la moda y dictara incluso tendencias a partir del novedoso tratamiento que Rykiel le imprimió, ya desde los años 60, cuando abrió su primera boutique en París.
Pero Sonia Rykiel fue mucho más. Ante todo, una mujer inteligente y polifacética: buena dibujante, buena escritora (publicó varios libros notables), decoradora de hoteles, figuró más de una vez en aquellas listas de las mujeres más elegantes del mundo, hasta cantó a dúo con Malcom Mclaran. Y algo muy significativo: ferviente partidaria del negro (aunque en sus colecciones abundaban también todos los colores junto a las rayas marca de la casa) lo impuso, predicando con el ejemplo, en el vestuario femenino del día a día, más allá de la petite robe noire para cenas o soirées. Gracias en gran parte a ella el negro pasó a ser signo de inconformismo y moneda corriente a cualquier edad, a cualquier hora, y color fetiche de los profesionales de la moda. Sobre todo, Sonia Rykiel entendió que la indumentaria femenina debería coordinar imaginación y funcionalidad propia.
Si su nombre no se ha colocado al mismo nivel de las grandes pontífices de la moda, ellos mismos le rindieron homenaje cuando se cumplían los cuarenta años de su marca, en mayo de 2008. Treinta importantes firmas elaboraron interpretaciones del estilo Rykiel, sobresaliendo la de Margiela y la de Jean Paul Gaultier, que presentó un vestido de punto que la maniquí parecía seguir tejiendo con grandes agujas ,iemtras desfilaba. Cuando Sonia Rykiel salió a saludar de la mano de su hja Nathalie „que permanece al frente de la firma„ cayó sobre ellas una lluvia de flores. Sonia Rykiel (indomable pelirroja como Vivianne Westwood) recibió numerosas distinciones durante los ochenta y seis años de su vida, desde la Legión de Honor en su país, hasta un Oscar del Fashion Group en Nueva York. Ha sido objeto de abundantes publicaciones y exposiciones, destacando la retrospectiva que se le dedicó en el Palais du Luxemburg en 1993.
La escritora Régine Deforges (miembro, como la propia Rykiel, de la Asociación Internacional de Mujeres Escritoras) ha podido afirmar tajantamente: «Un modelo de Sonia Rykiel nunca pasa de moda». De hecho, yo tengo un abrigo suyo que espero seguir usando el invierno que viene... si es que llega a venir. Por supuesto es negro.
