Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuidado al pisar

Dijeron que el debate entre Hillary Clinton y Donald Trump (listo como un pato, pero no más) tendría las audiencias de una final de la Superbowl. Sin duda: el clásico reallity con una doña Hilaria sobrada en el papel de primera de la clase y Donald como el bruto errático, el que se aplasta las latas de coca-cola contra su cráneo, el que tiene las neuronas conectadas a las pelotas: como Alfonso Rus, pero en megaterio. Cosas así funcionan como un imán de audiencias. Del share al voto. Por mucho que se haya degradado la política, sigue siendo la mejor metáfora de las luchas entre clases, intereses y países.

Cuando alguien que parece suavemente de izquierdas se dedica a favorecer a grandes corporaciones o a tramar guerras de conquista (como ha hecho y hará Clinton), no puede tener como rival a alguien aún más tenebroso y cretino y si ocurre, es porque lo han fabricado para falsear los términos de la confrontación. Hubo un tiempo en que nosotros fabricamos a Lizondo, destinado a vender pinceles, no ideología. Es lo que dice Podemos de Extremadura (o La Mancha): si los socialistas de allí funcionan como aliados del PP, ¿para qué concertar un acuerdo de izquierdas que no existe?

Capitalismo de casino fue una expresión que hizo fortuna para describir esto. Capitalismo funeral le llamó Vicente Verdú, pero no será por falta de color y animación. Capitalismo excremencial es más atinado, si me pasan la inmodestia. Si te roban el dinero que tienes en el banco, si se confían a los narcos los problemas de liquidez y tu única libertad es balacear al negro que merodea por el jardín, tu vida es una mierda, sin duda. Si el dilema consiste en elegir entre lo francamente malo y lo horrible, se fabrica mal adrede y se amontonan los restos, si los sueldos son de pena y no llevan trazas de mejorar, si los programadores de televisión no tienen su Nuremberg, si el gobierno de Rajoy tiene sobresueldos, beneficiarios a título lucrativo y cuentas opacas en Panamá, es que hemos pisado una caca y no sabemos como levantar el pie sin que se note demasiado.

Compartir el artículo

stats