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Confluencia de estrellas

Que esta temporada se ha animado de pronto salta a la vista. Se plantea a veces el problema de cómo llegar a cumplir con los amigos y conocidos que organizan los actos y a quienes deseamos darles la enhorabuena por sus logros.

El primero en avisar, y con un mes de antelación, fue Francesco Filangheri, el palermitano afincado en Valencia, que desde que vino para exponer en el colegio mayor Rector Peset ha tomado parte en diversas actividades, en muestras en Railowski y que el pasado día 7 hizo un vernisage muy especial en una casa de la calle de Jaume I, propio de estas fechas, que tiene vistas al que fuera jardín de la Puritat, lo que queda. Un jardín a salvar y a cuidar. Él deja constancia de su Viaje pintoresco por España, un poco a la manera de los románticos, como Gauthier o Ford. Paisajes, personajes, objetos, que capta, envueltos en misterio, inquietantes. El arquitecto y fotógrafo sicialiano „emparentado con la madre de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, una Filangheri de Cutó, y con los Filangheri del Pino (ahí es ná, Grandes de España)„ hace una vida sencilla y ha recalado en el barrio de Sagunt, al otro lado del río. Antes tenía el estudio cerca de Santa Catalina. Porque ya lleva aquí dos años.

En ese mismo colegio por el que tengo querencia vuelvo a encontrar a Bernard Plossu, el fotógrafo francés, al que le trae un proyecto con Bayon „su amigo español„ para la librería-galería Railowski. Plossu es muy despistado, pero siempre muy amable. Charlamos a la hora del desayuno y me explica qué está planeando. Él reside en Marsella, pero viaja bastante. Aquí ha tenido tres o cuatro exposiciones, alguna en el IVAM. Aunque me ha fotografiado alguna vez, es difícil que me envíe una copia, cosa que prometió. Eso sí, me pide que intercambiemos fotos, pero si bien le muestro algunas de las mías, no paso de aficionado. Se comprometió a escribirme el prólogo para un catálogo, la cosa se ha demorado. No por su culpa.

Y por último, pero no lo menos importante, me gustó volver a ver a Rafael Sena en la presentación de su libro Grans intèrprets valencians de l´espectacle. Joan Vicent Cubedo fue el presentador ideal, comparten muchos recuerdos y el amor al teatro. Estábamos y estamos pendientes de lo que ocurrirá con la sala Escalante, de la que él fue el primer director. Recuerdo que fuimos a visitarla antes que la Diputació de Valencia la tomara en arriendo. Y la bautizamos con Sirera y el entonces diputado Ricard Abellán.

Sena es fotógrafo, de dos familias de hombres de la cámara oscura. Su padre tenía el estudio en la calle Quart. Luego se trasladó a Russafa. Pero sus inquietudes son múltiples y lleva con empeño adelante sus proyectos. Le tira la erudición. Se lee todo lo que pilla sobre los temas que le atraen. Y pone pasión. El nuevo libro es una aproximación al tema, difícil de acometer sin un equipo y con una institución a las espaldas. Él suple con su dedicación y mientras fa país.

Volví, pues, admirado de ver como en las peores circunstancias estos hombres siguen adelante con sus proyectos. Y los culminan, mostrando sus resultados, el uno en casa de los amigos, el otro en la Societat Coral El Micalet, de la que es miembro y fue de la directiva en los setenta. Hay una vida cultural que no tiene nada que ver con las plataformas oficiales y/o institucionales. Eso es vida.

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