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«Totes les veus vos feren capitana»

Cuando en nuestra España entraron/los moros conquistadores, de Foyos los moradores, vuestra Imagen ocultaron: prenda tan angelical conservó intacta la tierra», comienzan relatando los «Loores a María Santísima del Patrocinio, venerada en la Iglesia Parroquial de Foyos, en cuyo término fue encontrada».

Los Gozos suelen ser textos preciosos en los que de una manera sencilla se relata los portentos de la imagen y advocación a los que están dirigidos. «Bajo la tierra se oyó de una campana el sonido/ a cuyo eco repetido/ temblar la tierra se vió:/ a un pastor esta señal/ mostró el lugar que os encierra».

El paraje lo recuerda ahora un hito, el Piló de la Campana, donde bajo una campana fue escondida la bellísima imagen románica venerada por la primitiva iglesia cristiana del lugar cuando la dominación y ocupación musulmana del territorio con su religión islámica en competencia.

«Foyos, Alfara y Moncada/se disputan con tesón/ hacer suyo el grande Don/ de vuestra Imagen sagrada:/la suerte quiso imparcial/que Foyos os poseyera», describe los populares textos, pues el hallazgo ocurrió en la confluencia de los límites de los términos citados.

«Para ostentar tu dominio/ y tu especial protección/ tomaste la invocación/ de Virgen del Patrocinio: / con nombre tan celestial/ la fe constante os venera./Sois de Foyos el consuelo/ de toda tribulación/ pues su mayor protección/ en vos le deparó el cielo: sois un rico mineral/ que mil favores encierra», dice el poeta versador.

«Si la enfermedad aqueja/ tronada, rayo o centella,/ sois vos la brillante estrella/ que todo peligro aleja: por lo que el pueblo leal/ en vuestro culto se esmera» . Y en llegando a este punto hay que remitirnos a las graves inundaciones que sufrió el pueblo en 1830,1867 y 1874 -el ayuntamiento se empeña en repetir como papagayo en sus programa oficiales de esta fiesta datos erróneos de un libro y autor de hace 60 años- aclamándose los lugareños a la Virgen entendiendo que por su intercesión los daños eran menores o las tormentas se apaciguaban. De esta manera, en los Gozos leeemos: «Cuando la inundación crece/ o se aumenta la sequía/ sois nube que noche y día/ a este pueblo favorece: benéfica y liberal/ sois con Jesús medianera».

En una de estos tormentones cuenta la tradición oral y escrita sí se cortó en seco nada más sacar la imagen de la Virgen a la calle. Ello, además, hizo que en la fecha del aniversario de aquel milagroso acontecimiento, ocurrido el 17 de agosto de 1830, se celebraran todos los años solemnes fiestas en su honor, además de la de su festividad litúrgica, la suya propia, el 8 de noviembre y el segundo fin de semana de noviembre.

La talla románica original, sedente, con el tiempo y las modas fue revestida y modificada al compás de los gustos de las modas, primero gótica, y luego barroca, pero bajo de sus ropajes está la histórica imagen, prejaimina, datada científicamente alrededor del millar de años y que aún la tienen en el pueblo gracias a la heroicidad de un cura, Antonio Sorlí Balbastre, al sacristán el tío Andrés, a Francisco Marco Montalt, a Francisca Montalt Carceller y Filomena Montalt Carceller, que entre todos ocultaron durante la guerra. El cura murió martirizado -lo rociaron con gasolina, punzaron sus partes bajas, castraron y tirotearon en una cuneta, arrastrando luego su cadáver con un carro por todo el pueblo- por no decir dónde estaba escondida la imagen. Hoy está en proceso de beatificación.

Francisco Marco, el tío Paco el Roig, que la ocultó en primera instancia y transportó en carro al segundo escondite jugándose la vida, cuando recoronaron a la histórica imagen en 1955 quiso ser el padrino de la ceremonia, pero no le concedieron el honor, por no ser rico. Estas cosas conviene recordarlas, pues últimamente los de la memoria histórica que están reescribiendo las vicisitudes de la imagen extrañamente cuando llega este capítulo providencial y trágico lo silencian por completo, sufren una deliberada amnesia total. Para su segunda coronación, el ilustre músico local Ramón Corell, fundador de la Orquesta Clásica de Valencia, compuso un bellísimo Himno en que se pomposa y orgullosamente se afirma de la Mare de Déu del Patrocini que «quan lo tresor de vostra sancta Imatge, un bon pastor trobà dins la campana, totes les veus vos feren Capitana de nostra nau camí d´etern viatge».

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