Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un día normal

Susan y Martin son un matrimonio norteamericano jubilado que comparten nuestra mesa. La lumbre de sus ojos pertenece a la familia de los fuegos irónicos, no les pregunto a quien han votado, pero cierto bufido oblicuo me dice que a Hillary. Susan no sabe si este año asará un pavo para el Día de Acción de Gracias que se acerca. El pavo del año pasado se lo comió el perro guardián de la finca donde se criaba (el pavo): todo el mundo cobra mordidas. Martin me explica que quizás cocinen „lo dice sólo para fantasear con la gula„ un Turducken, ente de razón consistente en introducir un pato, que lleva en su interior un pollo, dentro de un pavo. Todo deshuesado y al horno. Parece una delicia inventada en el palacio de los Tudor.

Ciutat Vella es así: te vas encontrando con todo el mundo. Es la aldea global, no hay que buscarla en los platós de la telerrealidad o en los foros desaforados de internet. Ese viejo animal, ni lento ni triste, no puede, no se dejará, verse reducido a parque temático, ni aún superponiendo la ruta de la tapa, el circuito barroco, las tres puertas de la Catedral, un zoco gigante cuyos límites coincidan con el primer cinturón de ronda, la ruta de la seda y los últimos alardes de los grafiti (uno muestra a Rosita Amores emergiendo, como Afrodita, del sofrito de la paella, colorada como un bogavante y como él, con dos pinzas amenazantes como dos tetas pugnaces). Para que el corazón económico del Mercat Central bombee hay que acabar los aparcamientos y hacerlo enseguida.

Visito dos magníficas librerías: Leo, en el género moderno, y la de Rafa Solaz, en antigüedades, calle de Sant Ferran. Hay gata nueva en Solaz: se llama Trufa y es una adorable loca de la vida pasada de vueltas. Hay dos exposiciones sobre los bombardeos contra Valencia, capital de la República. En la de la Facultad de Filosofía los niños de entonces se pintaban guarecidos bajo los plátanos centenarios. Plátanos alineados con los andenes y las vías que buscaban las bombas; plátanos vivos, amenazados, a proteger, de cierto solar de Adif en la calle Bailén, frente al AVE.

Compartir el artículo

stats