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Ayatolás ociosos

Como decía un fallero de pro, Josechu Rey de Arteaga, el conjunto de reglamentos de la Junta Central Fallera conforman una especie de Constitución cuyo máximo empeño parece ser prohibirse cosas. Y en ese terreno destaca mundialmente. Creo recordar que hace años te multaban por vestir traje de torrentí y que después hicieron otro tanto con el uniforme de panderola, ese conjunto como de palmero flamenco con escarolas, que era el que yo no llevaba pese a ser el portador de la insignia: standarenführer de la Falla de la Mare de Déu de Sales (visca!) en el lejano 1964. ¿Me harían el favor de divertirse sin pensar en crear nuevos tabúes? La policía moral de los ayatolás haría bien en tomarse un descanso.

Parece que es más difícil de lo que creemos y que simplemente hemos sorprendido a la JCF legislando sobre la profundidad del escote sin ser especialistas en batimetría, sobre la longitud de las faldas sin haber acreditado su conocimiento de sastrería tradicional e indumentaria, sobre el grado de transparencia de los vestidos de coctel sin ser aquel Hamilton especialista en gasas y cendales flotantes de leve bruma. Observo, además, que la inclinación fallera a bloquear el tráfico, se pega, incluso, a quienes jamás la han sentido. Este último domingo casi me quedo atrapado entre las vallas amarillas y un inmenso amor al running: teníamos maratón o medio maratón o que sé yo y hasta se atrevieron a cortar Primado Reig. Por cierto, ¿cómo tenemos tantos dignatarios eclesiásticos en el callejero?

El domingo me iba yo a ejercitarme como montañero en el Barranc de l´Infern: calidad de aire y una cocina notable en Un cuiner en l´Escoleta, Sagra. Menos mal que no me pillaron los de la JCF, pues acariciado por la suavidad del clima, me iba quitando ropa y poniéndola en una bolsa de plástico: suspenso en elegancia, ya me imagino. Esas directrices acerca de la elegancia fallera datan de 2007, el año que se hundió el mundo financiero y nosotros con él. Pues incluso entonces había gente pendiente del vuelo del canesú y de la longitud de la lazada. Desfaenats.

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