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Mediaset y los libros

Desde estas mismas páginas me sorprendí cuando Mercedes Milá dejó el puesto de jefa de pista en Gran Hermano 17 y anunció su dedicación a un programa de libros, no para Telecinco pero sí para Mediaset. No soy el único que habrá reído con la broma sobre el suicidio de un libro cada vez que enciendes «tu pantalla amiga», pero el caso es que Convénzeme, con z de homenaje a Stefan Zweig, ha empezado a emitirse en Be Mad y tiene argumentos para convencernos de que vale la pena dedicarle treinta minutos de nuestro tiempo. En primer lugar por su temática, pero también por su planteamiento ameno y ligero. En media hora le da tiempo a recomendar, criticar, alabar o fustigar a un montón de títulos y propone un cierto debate literario que a los lectores les puede interesar.

En una librería de Barcelona Mercedes recibe a gente variada que recomienda la lectura de un libro y la no lectura de otro, otorgándoles una z verde o una roja. No es habitual rechazar un producto cultural y es parte de la gracia. Convénzeme no hace caso de lo que escribió Cervantes en boca del bachiller y a lo que asintió don Quijote: «No hay libro tan malo que no tenga algo bueno». Y desde ese convencimiento el primer libro no recomendado en el programa fue El principito. Sí, han leído bien, hay gente capaz de argumentar cualquier cosa, como demuestran las tertulias. De la z roja tampoco se han librado ya Rayuela, de Cortázar o El guardián entre el centeno. Milá deja que cada cual se explique, pero le cuesta morderse la lengua cuando una lectora reniega de La ciudad y los perros, de Vargas Llosa. Pero no todo es así: también hay quien recomienda Guerra y paz, la difícil cumbre de La montaña mágica o Vida y destino, de Vasili Grossman. Y condenan libros de autoayuda y bestsellers como La chica del tren o Crepúsculo. En todos los casos la gracia está en las razones de los lectores y en el breve debate sobre las obras que provoca la presentadora.

AL LÍO. Por supuesto, aquí se fomenta un poco el lío. Curiosamente la primera recomendación del primer programa fue para una obra de Lucía Etxebarría y otra suya recibió luego el varapalo más ácido. Al tercer programa la escritora acudió a escuchar esas opiniones, entrar al trapo y también condenar, solo por el fondo, las Memorias de mis putas tristes de García Márquez. Ya ven lo que han cambiado las cosas desde que Mercedes Milá entrevistaba a Cela o Umbral largo y tendido en TVE. En fin, algo es algo y todo suma. Pero si no se conforman, permítanme una recomendación: ese oasis bibliófilo que se llama Página dos y, por supuesto, emite La 2.

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