Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nieve de fiesta

El domingo en Alcublas había más gente que en agosto, más desfiles que en la romería de la Cueva Santa y más perros y niños que en una película de Pixar. Aún no había electricidad y he visto un par de torretas del tendido eléctrico retorcidas como si estuvieran hechas de barro. La nieve, desde los tiempos de Otzi, el hombre de hielo, que se considera un espectáculo, y lo es, muy romántico, pero descarga su puño de hierro enguantado de blanco y liquida los árboles mal arraigados, las ramas más débiles y el mobiliario industrial de Iberdrola, que ha subido la factura de la luz, incluso de la que no da pues este pueblo seguía alimentándose de grupos electrógenos sólo para emergencias.

No sé si los hosteleros de Alcublas habrán podido aprovechar esta colorista invasión de capitalinos, con sus chamarras de bermellón y azulete, no había luz, ya digo. Pero nosotros hemos tenido suerte: a bordo de un Land Rover atravesamos los dormidos almendrales que por mucho que nieve siempre tienen en torno al tronco un rodal de tierra desnuda, como si la pertinacia de este árbol invencible fuera capaz, incluso en fase latente, de derretir la nieve con el fuego de nata que asciende por sus parénquimas. Subimos hasta Sacañet, vimos las charcas endorreicas, que alimentaron las lluvias, congeladas en blanco sucio y regresamos felices, con fotos y con los calcetines empapados.

Antes, le había echado una ojeada a la prensa de Madrid. Por curiosidad. En las portadas, ni un solo clamor, ni aún una leve queja porque decenas de miles de valencianos han estado varios días sin luz, ni calefacción, ni agua. Ni siquiera por los viajeros del tren Madrid-Alicante detenidos a la altura de Albacete, ni por los atascos de dieciocho horas o por los camioneros bloqueados en Barracas. No, se nota que el ministro de infraestructuras y transportes, o como se llame el departamento, no es Zapatero, si no habrían comenzado a segregar adrenalina y editoriales. Incluso El País publicaba una entrevista con el vicario de Cristo, creo que se han equivocado de emperador. En conjunto, muy divertido.

Compartir el artículo

stats