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El peluquero superviviente

Ojeando los concursantes de la enésima edición de «Supervivientes» que ha empezado esta semana, me malicio que en la productora Bulldog TV (permítanme la ligación fácil) tienen buen olfato. El singular plantel lo componen una mezcla heterogénea de famoseo más o menos «freaky» en el que me llamó la atención que reclutaran a todo un especialista del género, el otrora marido de Karina y afamado peluquero castellonense Juan Miguel Martínez.

Parece que lo estoy viendo: su melena con reflejos, su espeso bigote, su sonrisa nerviosa y ese verbo chillón difícilmente inteligible. Recuerdo algunas noches tomboleras departiendo con él y cuánto nos costaba entenderle.

«Tómbola» fue apenas un aperitivo para Juan Miguel, donde se curtió de verdad fue en el campo de batalla de «Hotel Glam», el padre de todos los «realitys freakys». Vaya elenco: Tamara Seisdedos, Pocholo, Dinio, la bruja Aramís, Yola Berrocal y otras estrellas «freak» encerrados en un hotel de cartón piedra. En aquel «Juego de Tronos» bizarro, nuestro fígaro se las tuvo bien tiesas con Tamara y su madre la Seisdedos, aquella señora que llevaba un ladrillo en el bolso por si había que atizar a alguien en defensa de su niña. Más que integrantes de un programa de televisión parece una parada de malvados de los viejos cómics de Batman. Karina, la cantante y mujer del peluquero también pasó por Canal 9.

Allí compartimos un programa que afortunadamente duró poco pero que me dio la oportunidad de conocer a la dulce Maribel. Por aquellos días recuerdo a Karina angustiada por su hija y por la mala vida que le daba el susodicho. Un día la cantante contó en la tele que pilló a Juan Miguel en una situación tal que hizo las maletas y salió pitando de su casa de Castellón con su hija en brazos. No quiero ni imaginar la escena.

Desposaron por el rito balinés en «Diez Minutos» y el castellonero le declaró su amor componiéndole una canción («Karina, Karina, Karina», un chumba chumba inaudible con extractos de «El baúl de los recuerdos») pobre Maribel.

En «Sálvame» dijeron que Juan Miguel había perdido su peluquería en un incendio y que las fuertes lluvias de este invierno habían causado el derrumbe parcial de su casa, dejando al descubierto la pared de su dormitorio donde se encontraba en el momento del siniestro. Bastante siniestro todo, la verdad.

La pareja tiene una hija que se echó de novio a Dinio, aquel jeta que se trajo Marujita Díaz de Cuba. Creo que ahora les ha dado un nieto que ha apaciguado lo que fue una turbulenta relación. Tiene el peluquero como vemos una familia singular que completa su hermano Francisco Martínez. Fue alcalde del pueblo del que son originarios, Vall d´Alba, vicepresidente de la Diputación de Castellón y llegó a ser mano derecha de su padrino político, el mismísimo Carlos Fabra. Un Fabra que sigue en la cárcel de Aranjuez aunque como ya tiene el tercer grado podrá ver los resúmenes de fin de semana de «Supervivientes» desde su casa. Fabra, a su manera, también es un superviviente.

Dice Juan Miguel que a la sombra de los cocoteros hondureños encontrará la manera de plancharle el pelo a las concursantes. Quizás recurra a las piedras calientes o a otra técnica indígena pero me temo que la encrespada melena de Leticia Sabater se le va a resistir.

Cómo diría aquel: «¡Viva Honduras!»

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