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Columnario

Desfile de oradores. Ayer Javier Mariscal en La Rambleta y Pedro J. de la Peña en la Agricultura. Y esta tarde, a las siete y media, en el Palacio de la Real Maestranza, el humorístico escritor Alfonso Ussía cerrará el X Ciclo de Conferencias de la histórica entidad (en el que le han precedido el crítico de arte y profesor Carlos Soler d´Hyver y el historiador Ricardo García Cárcel) con una charla prometedora sobre «Los últimos poetas golfos y bohemios», reviviendo la noche madrileña de mediados del siglo XX en la que bullía una generación de singulares escritores satíricos y noctámbulos.

Este tema me recuerda aquella frase famosa: «En Madrid, a las siete de la tarde, o das una conferencia, o te la dan» (Aquí también). Creo que la frase en cuestión se debe a Julio Camba, aunque no lo aseguraría; a Camba se le atribuyen cosas que nunca dijo, como ocurre con Chanel o con el mismísimo Oscar Wilde. Es muy socorrido, en la duda, asignar ocurrencias o «boutades» a ingenios acreditados como estos.

A propósito de Julio Camba, conviene de vez en cuando sumergirse en las varias antologías de su artículos, es como hacer una cura de claridad y lucidez de lo más saludable. Las columnas de Camba son dóricas, rotundas en su impecable sencillez, de perfecto diseño minimalista. Las columnas de Juanjo Millán son jónicas, con hojas de acanto que caracolean y hacen brotar ideas innumerables. Y las columnas de Paco Umbral eran corintias, con multitud de adornos originando un bosque enmarañado en mil recovecos de un caudaloso lenguaje. Pues bien; esto sí que es seguro que lo dijo Camba, mejor dicho, lo escribió un día de mayo de 1913 en «La Tribuna»: «El articulista es algo así como el avestruz. El avestruz lo convierte todo en cosa de comer y lo digiere; el articulista lo reduce todo a un artículo de periódico». Y esto otro sí que lo dijo también Umbral, en su libro «Mortal y rosa», en 1975: «Tomarle medidas al tiempo: eso es escribir». Las referencias son modélicas. Pero no es tan frecuente que el ejemplo cunda. Por eso afirmaba razonablemente Javier Marías durante una entrevista, en 2010: «Si algo me aburre como lector de periódicos es el columnista al que, sin leerlo, ya he leído». Encuentro procedentes las palabras de un gran escritor, hoy bastante olvidado, Ramón Pérez de Ayala: «Entiendo el periodismo como una conversación que solo se diferencia de cualquier otra charla íntima entre personas corteses e instruidas en que su ámbito es infinitamente más anchuroso». Esto escribía en 1956. Ojalá se mantenga esa peculiar conversación sin interrumpirse ni tergiversarse nunca.

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