Necesitaría seis ojos y tres cerebros, como mínimo. En mi afán por ser para vosotros un faro que os guíe en vuestra travesía televisiva, me he metido en la guía de programación de mi plataforma privada (sí, soy de esos) y he echado un ojo a su oferta de información y entretenimiento en las decenas de canales que tengo a mi disposición. Y de pronto se me ha revelado algo que intuía que estaba ahí, pero no quería verlo. ¡Hay todo un mundo desconocido dentro de mi tele!, ¡la cantidad de cosas que me estoy perdiendo! Y no hablo de los productos inclasificables de los canales normales, que no pienso ver ni aunque me arranquen las uñas. Hablo de ese universo ignoto que vive su vida al margen de los espectadores y las audiencias.
Está el canal TEN, con su auténtica parada de los monstruos: «Las Kardashian», «La Reina del ladrillo», «Niños Asesinos», etc. Ver eso es como comerse una hamburguesa grasienta con grifo libre de refrescos: un placer solitario que hay que mantener oculto.
También esta A&E, y mirad qué títulos: «Celebrities y sus experiencias paranormales» (no es coña, existe), «Novia rica, novia pobre», «Los Locos del Rancho», «Combate en la oficina», etc. Os aseguro que si tuviera tiempo me metería en este canal como en la selva del Amazonas, dispuesto a vivir situaciones extremas para mi sentido de la realidad. En DKISS se especializan en programas para gente obesa, como «Gran-diosa» o «Mi vida con 300 kg». Pero también tienen un reality llamado «No sabía que estaba embarazada», centrado en mujeres que han dado a luz, sin saber con antelación de su preñez. ¿Tantas hay?
Y muchísimos canales más, de noticias, infantiles, de economía y de deportes. Y en todos ellos hay gente que cobra salarios miserables, esforzándose en que les dediquemos nuestro interés. Pues ya os lo digo: No. Necesitaría seis ojos y tres cerebros como mínimo (aunque esto último igual no sería necesario).
Y para acabar NG WILD, que incluye: «Los depredadores más letales de mundo», «Noche de pelea animal», «Animales impulsivos», etc. Vamos, como una mezcla de «Sálvame», «Supervivientes» y «Al Rojo Vivo», pero con una diferencia: los animales no hacen daño por placer o conveniencia.
