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Maite Mercado

Saciando nostalgias

Mañana ya no abre sus puertas esa peluquería histriónica de risas enlatadas que ha permanecido dos semanas en antena. TVE no ha aguantado el importante descenso de espectadores en el «access prime time», una franja importarte del día, y se traspasará la comedia a la madrugada o se olvidará en el congelador de los sueños rotos. En su lugar veremos la sexta edición de «Viaje al centro de la tele», el programa narrado por Santiago Segura, con grafismos de Forges, que tira del profundo archivo de RTVE para recordarnos cómo éramos a través de la historia de la televisión de todos.

Es esta una apuesta familiar, de buena factura, tranquila, sin muchas expectativas pero cuyo resultado no va a generar tampoco grandes críticas. Es un comodín de la pública que lo ha emitido en estos años un día a la semana, en el prime time o en el late night, o de lunes a jueves como ahora. Con un media de audiencia del nueve por ciento de cuota de pantalla, mantener este dato sería considerado un aceptable resultado y está al alcance del espacio ante el campo abierto que dejan las vacaciones de «El Intermedio» y las reposiciones de «El Hormiguero».

La nostalgia es una de las poderosas especias de la despensa de los contenidos televisivos ya sea como ingrediente imprescindible del plato, como en este «Viaje al centro de la tele» o «Cuéntame», o como ese aroma que produce el sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la pérdida de alguien querido. Con esta disposición emocional muchos esperamos el estreno esta madrugada de la séptima tanda de episodios de «Juego de Tronos».

Los productores han estado lanzado fotografías del rodaje y fragmentos de escenas que pueden ser falsas como contó Kit Harrington (Jon Snow) en el «talk show» «Jimmy Kimmel Live!» de la ABC norteamericana, donde dejó ver su vena de comediante en un falso casting de una audición para los papeles de, entre otros, Cersei Lannister, Arya Stark o Daenerys Targaryen con la que está destinado a encontrarse en ese invierno que ha llegado a Poniente mientras nosotros nos abrasamos.

Llegado por fin el ansiado regreso solo falta decidir si ver los siete capítulos de esta penúltima temporada en las pequeñas dosis semanales o si es posible resistir al menos tres semanas para degustar una generosa ración. Voy a intentar esta segunda opción para la que es necesaria, además de paciencia, una estoica indiferencia ante los millones de comentarios con spoilers que van a rodearnos en las redes sociales. Les contaré si supero el reto.

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