Si como forma de protesta practica la objeción de conciencia para no ver los telediarios de TVE, habrá escuchado en las otras cadenas al inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional -eso que decimos UDEF pero que con todas sus letras se entiende mucho mejor- decir en una comisión en el Congreso que existen indicios de que Trillo, Arenas, Álvarez Cascos y Rajoy cobraron de la presunta caja B del PP. No hace falta ser periodista para darse cuenta de que esta declaración es de interés informativo dada su trascendencia y la relevancia de las personas implicadas. Pero como habrán imaginado, los editores del Telediario no lo creyeron así, esos del TD1 que ganaron el premio Iris de la Academia de Televisión a mejor informativo dejando con la boca abierta hasta a los propios galardonados.
A los espectadores de La 1 les escamotearon la noticia y a nadie parece importarle. Es más, es probable que se mantengan en el cargo los señores que mandan ahora porque el proceso para crear las bases del concurso público para elegir a presidente y consejeros, según la nueva ley que se aprobó en septiembre con gran algarabía de la oposición, está paralizado. Solo piensan en las elecciones catalanas. Si el 30 de diciembre no se aprueban las bases en las Cortes, el Consejo de Administración de RTVE se elegirá por el sistema anterior.
El otro fenómeno televiso es la explotación más sibilina del morbo de las agresiones sexuales para reflotar la penosa audiencia de 'Gran Hermano', un formato que está agonizando de mala manera. Suprimieron el programa satélite del martes, arrastraron el debate del domingo a la madrugada, resucitaron el 24 horas, metieron famosos en la casa pero la audiencia seguía cayendo. No sabían qué inventar y encontraron un escándalo: un concursante era expulsado por una misteriosa "conducta intolerable" y otra salía de Guadalix para recibir ayuda psicológica. Primero hubo suspense, luego metieron por medio a la Guardia Civil que viendo las imágenes del edredoning postborrachera concluyó que no había nada si la chica no denunciaba. Y no lo va a hacer. Este jueves la gala se centraba en el regreso de Carlota a los sofás del reality "a cumplir su sueño".
Cómo no, lo triste de la historia es que la cuota de pantalla subió tres puntos respecto a la anterior que había caído a mínimo histórico. Volvió a liderar el prime time. La estrategia ha funcionado lo suficiente como para resistir un poco más. Patético.
