Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Chiquito, frente a la pedantería

A veces algo que no tiene ningún sentido me hace morir de la risa, y no sé por qué, y ahora me doy cuenta de que tal vez sea porque crecí con Chiquito de la Calzada. Aunque no siempre sepamos identificarlo, permanecen en nosotros insospechados rastros, y lo que fuimos tiene que ver con lo que somos, y estamos hechos de los materiales más remotos.

No tendríamos que avergonzarnos de ser lo que somos, ni despreciar con absurda altivez a quien nos hizo reír aunque fuera hace mucho tiempo, aunque hoy nos creamos más inteligentes que entonces. A alguien que nos hizo reír tendríamos que estarle agradecidos de por vida, y abrazarle si un día nos lo encontramos por la calle.

He recuperado algunos vídeos antiguos de Chiquito en Youtube y la verdad es que tiene poco que ver con mi sentido del humor actual. Pero ¿cómo vamos a resistir nosotros el paso del tiempo? ¿Quién nos leerá cuando hayamos muerto? No es obligatorio que te guste el estilo de Chiquito, pero si alguna vez te reíste con él, recuerda que la ingratitud es el peor defecto.

Puedes decir que ya no te gusta, que con el tiempo has pasado a preferir otro tipo de humor; puedes marcar todas las distancias que quieras entre tu yo de ahora y el chaval de 1994. Pero no te avergüences de quien con lo poco que tenía te hizo de alguna manera feliz. Estamos hechos de estos lejanos, remotos momentos. Venimos de una vieja y ajada ternura.

Que la sonrisa de Chiquito te haga compañía cada vez que sufras la equivocada tentación de la pedantería.

Compartir el artículo

stats