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Plegarias atendidas

Como soy de natural libertario, me he fijado que al Gobierno le gusta inaugurar cosas, darnos la razón, hacer el gasto, aunque sólo sea para que no nos olvidemos de votarles. Pero hay otra cosa que aún le gusta más: recordarnos quién manda aquí, por eso el gobierno más corrompido en un siglo ha tenido que bautizar la mayor de nuestras crisis en cuarenta años como «el desafío catalán», que parece el nombre de un programa de gladiadores de las sartenes con los hermanos Roca y Ferran Adrià de primeras figuras. Sí, parece que no hay problemas políticos sino gente dispuesta a recetar jarabe de palo. Desafío y, encima, catalán.

Con el ferrocarril y las carreteras pasa algo parecido: nadie sabe por qué no se hacen las que pedimos y por qué se acaban haciendo aquellas que preferiríamos no hacer. Llegó a conmoverme la foto de los concejales del PP de l´Horta Nord posando tan disciplinados y formalitos en la foto de Levante-EMV, como si fueran a cantarnos una habanera a capela aunque, en realidad, reclamaban más bakalao, un frenesí de modernidad, un petardeo de muchos caballos: el nuevo carril para la V21 que vaya de la ermita dels Peixets a la entrada de Valencia y llene la ciudad con más humos, más tráfico pesado, y más vías para descongestionar más adelante lo que sólo, de vez en cuando, se congestiona más atrás. Mi no compreeendeg. Perderemos 30 millones de inversión, dicen, pero mucho más se llevaron por esa boquita la traductoras rumanas de Emarsa y no piaron los patriotas alzados contra el desafío catalán.

Aún no tenemos una conexión decente con Tarragona, Barcelona y Zaragoza y ya hay AVE con Segovia, Ciudad Real y León que, como todo el mundo sabe y con todos los respetos a esto y aquello, son el colmo de la energía exportadora (bueno, los chorizos de León, son cosa seria, espero que no se enteren los alemanes). Hemos pedido tantas veces el Corredor Mediterráneo que al final han venido fieras tramontanas y olas de once metros, que corra el aire. Hasta la patronal levantó la voz, será que no ha fallecido. Si es que llaman inversión a asfaltar la huerta.

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