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A dos velas

Pegado como una lapa. Así tengo al del banco. Es por mi plan de pensiones. Está seco. Quiere que ingrese antes de fin de año. Dice que es por mi bien, que desgrava fiscalmente, que es mi futuro, que bla, bla, bla. Sonrío, levanto las cejas y hago como si no supiera lo de su bonus por atrapar mis ahorros.

Cada diciembre se repite la misma escena. Empleados de banca a la caza de futuros pensionistas proclamando los siete males por no tomarte en serio lo de la jubilación. Asustaviejas.

Realmente no lo hacen por ti, pero tienen razón. Sólo el 28% de los españoles ahorra para afrontar esa edad improductiva para el mercado pero tan costosa para las arcas públicas. No planificamos. Lo esquivamos porque nos han hecho creer que no es necesario. La pensión, en el caso de sueldos medios, es ahora un 80% del salario que se percibe como activos.

Perder un 20% de lo que ganas matándote a trabajar pues tampoco es para hacer un drama. Y si además hay desgraciados como los alemanes o los franceses cuyas pensiones públicas no llegan al 50% de su sueldo, pues ya vas de crack.

Dejando esa chulería tan nuestra, más vale que espabilemos. Lo que no cuentan nuestros gobernantes, lo que nos esconden de forma perversa es que iremos bajando ese porcentaje hasta quedarnos a dos velas.

Según las estimaciones de la Comisión Europea, en poco más de una década ese flamante y muy español 80% pasará al 60% y de ahí, en picado, hasta ponernos en un miserable 48% del último sueldo cobrado. Es decir, en línea con la media de los pensionistas europeos.

Y aquí todo el mundo mirando hacia otro lado. Es más, con estas cifras todavía tenemos que oír a la ministra de Empleo que las pensiones en España están garantizadas hoy y mañana. Oiga, señora, termine la frase: garantizadas sí, pero casi a la mitad también.

Pero como no es un problema que vaya a estallar de inmediato pues el que venga detrás que arree que para eso se ha programado en el tiempo esta imparable ruina.

Ampliando la edad de jubilación cada año, perdiendo poder adquisitivo con una revalorización ridícula del 0,25% anual y esperando a 2019 para que empiece el llamado factor de sostenibilidad donde se cobrará según la esperanza de vida.

Y así nos arrastran al desastre. Mientras que en los países de nuestro entorno tienen claro que deben ahorrar para no depender de una pensión ínfima, nuestro Gobierno saca la guitarra y nos lleva de parranda para cantarle a la recuperación.

No hay bemoles para decir que debemos ahorrar con estos sueldos miserables. Ni tampoco para reconocer que nos convertirán en pobres de solemnidad. Y al que no se administre que sepa que le quedará sólo el taca-taca en medio de dos grandes velas.

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