Los árboles, las plantas, son el presente continuo, el embrión inacabable: las fantasiosas flores se forman por especialización de un tejido único, la función crea el órgano. Nunca la ciencia había enviado tantas señales de la importancia de los árboles como en los últimos tiempos. Los poetas lo vieron antes: el ciprés de Gerardo Diego, el pi de Formentor de Costa i Llobera, la arboleda perdida de Alberti. El conocimiento fue, antes, cocimiento, secreta herboristería propagada como una enredadera. Los muebles de los recién casados como una oquedad en los árboles para colocar las mudas limpias del amor cumplido. También lo sabían los vecinos de Abastos que regaban los árboles macilentos de los alcorques: los auténticos meninos da rua. Lo saben los vecinos de Russafa, de Arrancapins, de Malilla, que reclaman que el Parque Central sea parque, como su propio nombre indica.
Un grupo de investigadores tratan de discernir en Montjuïc si además de los beneficios psicológicos de pasear por el bosque, los árboles son capaces de sintetizar y emitir moléculas que elevan el tono vital de los paseantes y no hace falta ser Antoni Gaudí para ver en las catedrales las bóvedas del bosque, y en el entrelazado de ramas y lianas, arbotantes y nervaduras vivos. Siempre fue así, y ahora empezamos a verlo. Nos hemos familiarizado con ideas como la flora intestinal, microchips inteligentes de bosque arraigados en nuestras tripas. Decía la bióloga Lynn Margulis que para la vida son mucho más importantes las bacterias y las algas que el elefante o el gorila.
Ahora ya no es raro escribir y leer acerca de la sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal, que es el titulo de un libro, muy comprensible para gente con un poco de curiosidad, de Stefano Mancuso y Alessandra Viola. O que el biólogo y poeta David G. Haskell emplee un año de su vida para contarnos En un metro de bosque lo que le ocurre a la naturaleza y a esa mínima parte de ella que es el observador observado con el paso de las estaciones, los humores y la aves viajeras. Feliz árbol nuevo.
