Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Y el rosario de tu madre, por si acaso

Yo sé lo que es pasar la noche entera atrapada en una carretera nevada. El caos por el temporal que cayó sobre la N1 en el año 2003 lo viví a pocos kilómetros de Burgos y sufrí, con mis compañeros de viaje, la amarga experiencia de quedarnos bloqueados en medio del frío y la ventisca porque otros coches, menos equipados que el nuestro, se habían ido atascando en la autovía, sembrando el desorden mientras las máquinas quitanieves no llegaban.

Las doce horas de aventura, inmóvil, sin comida ni agua, no te las quita nadie, pero a ninguno de nosotros se nos ocurrió echarle la culpa al Gobierno, a la autoridad local, a la Dirección General de Tráfico o a un suprapoder del maligno que nos hacía la puñeta.

La evolución de la democracia nos ha traído esto: papá Estado, Administración autonómica o Ayuntamiento tiene siempre la culpa de nuestras erróneas decisiones. No solo abundan las demandas por caídas en las calles a causa del mal estado de las losas de las aceras o las quejas sobre los parques infantiles, sino que ahora es el Gobierno el responsable de que nieve y de que nos empeñemos en sacar el coche sin ir pertrechados de cadenas, gasolina, ropa de abrigo o víveres.

Para enmendar el lío, la DGT recomendaba portar un kit de supervivencia contra las nevadas que consta de 18 objetos, algunos tan insólitos como una pala, un silbato o una radio portátil, a lo McGyver. Se les ha olvidado añadir «y dos huevos duros», como los hermanos Marx, que también pueden hacer falta...

Pero es verdad: hay que viajar preparado. Me da igual que la Fiscalía de Madrid haya ordenado una investigación para buscar responsables del atascazo que atrapó a más de 3.000 conductores durante veinte horas. También ellos, los viajeros, son responsables, como los chuletas que se encararon con los medios de emergencia en Asturias que hicieron bien en recriminarles su poca cabeza por salir a la nieve en mangas de camisa y sin cadenas.

De modo que la DGT quiere introducir en la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial el equipamiento que los vehículos tendrán que llevar de forma obligatoria cuando transiten por lugares en los que las nevadas sean frecuentes.

Si nos obligan a portar el equipo de supervivencia para afrontar las inclemencias del invierno, que no se nos olvide también el rosario, porque a más de uno le hará falta por su falta de previsión. Por si acaso, yo siempre llevo en el maletero un bikini y unos tacones, que nunca se sabe...

Compartir el artículo

stats