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El poder curativo de los "rollets de Sant Blai"

Febrero irrumpe fuerte con otro santo popular en el calendario lúdico festivo valenciano, Sant Blai, especial protector en la fe popular de los males de garganta y afecciones respiratorias, es decir, resfriados y gripes entre otras patologías, a quien se le impetra «Sant Blai gloriós, lliuranos de la tos».

Con la que cae, vacunaciones contra la gripe que no han resultado y cepas revoltosas, el santo va a tener más faena de lo habitual. Goza de amplia simpatía popular en los pueblos valencianos y son muchas las poblaciones las que le dedican fiestas, romerías a sus ermitas y actos bendicionales en los que se lleva al santo a mayores y pequeños para que vele por su salud invernal.

Con el pasar de prendas personales por su imagen y ser rociados los peregrinos con el agua bendita que a chorros reparte el clero, se regala a los asistentes con panes, dulces, y otro tipo de reposterías, a los que se les atribuye un poder sanador. Destaca de estos surtidos «els rollets de sant Blai», los cuales se degusta con deleite y parsimonia para que roce bien las gargantas de los consumidores, peculiar manera de bendecirlas el santo.

Tiene -o tenía- su explicación la bondad medicinal de estos dulces o panes por cuanto hechos a la manera tradicional entre sus ingrediente siempre ha estado el comino, una planta de fruto aromático y medicinal, de antiquísimo uso en las primitivas culturas, la cual ya aparece citada en la Biblia (Is 28,25-27) junto al eneldo, como preferida y muy valorada por los agricultores que la sembraban a voleo siempre que podían dado el buen resultado que les deparaba.

Antonio José Morales Hernández en su tesis doctoral sobre «Biografía y aprovechamiento de la flora autóctona valenciana», defendidad en la Universidad de Valencia, hace un detallado balance de plantas aromáticas, medicinales y condimentarias y aporta datos muy curiosos sobre la larga lista de flora medicinal que contiene nuestras tierras, bastantes de ellas acompañando costumbres festivas de los más venerados y populares santos, de manera que habla en su trabajo del «Uso de la flora a lo largo del año en algunas de las festividades y acontecimientos culturales valencianos», un uso que es gastronómico, lúdico y decorativo.

En su detallado trabajo da cuenta cómo en los auténticos rollets de sant Blai tradicionales aparece como uno de los ingredientes de estas pastas el comino, planta usada por egipcios, hebreos, griegos,€ en distintos menesteres gastronómicos, y que actualmente tiene una importante presencia en la repostería de la India y Pakistán.

El comino, en grano o molido o bebido con miel, aporta mucho potasio, calcio y fósforo entre otros minerales al cuerpo humano, ayuda a controlar la presión arterial, mejora el nivel de hierro, mejora la digestión y la memoria, fortalece los huesos, ayuda a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer, favorece a las mujeres lactantes y, en el caso que nos ocupa ayuda a eliminar los resfriados, la gripe y sus síntomas, especialmente el mal de garganta. El comino es rico en vitamina C y su regular ingestión hace que sea difícil contraer un resfriado.

Fórmulas para hacer los rollets de sant Blai hay tantas como hornos y abuelas, como pueblos y fiestas: harina, huevos, canela, limón,€ Hay multitud de variantes a lo largo y ancho de la geografía, pero sólo serán auténticos aquellos que entre los ingredientes que los componen figura el comino, elemento que, por desgracia, ha perdido peso en el proceso de su elaboración, a pesar de ser fundamental en la acción «milagrera» que se le pide al santo. De ahí, la conveniencia de volver a los orígenes «científicos» de la fiesta para que sant Blai sea más efectivo en los aciagos períodos del invierno para nuestras gargantas.

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