Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los jubilados sí pueden

Será una imagen para la historia. Miles de jubilados han tomado las calles y le han plantado cara al Gobierno. Un aviso con cornetas y tambores. Demasiado silencio para demasiados atropellos, la burla y la humillación sistemática. Las protestas en València, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, La Coruña o Madrid han cogido por sorpresa al Gobierno y en general a toda la sociedad española. Este movimiento tiene vocación de aviso a navegantes y ha prendido la mecha. Tiempo al tiempo. Han sido unas imágenes sorprendentes e inéditas. Pero, ¿qué piden esos personas que lucen canas e indignación?, pues pensiones dignas; poner fin a las limosnas, a la indignidad; porque indignidad es que con los 836,47 euros de pensión media una inmensa mayoría tiene que ayudar a hijos y nietos, esos hombres y mujeres que trabajan de sol a sol para seguir siendo trabajadores pobres. Trabajadores que cobran 400, 500 euros, de lo que tienen que pagar un pico de autónomos.

La desesperación de los jubilados ha llegado a un límite, de lo que yo me alegro, después de haber callado más de lo conveniente. Las imágenes que hemos visto son de rabia e indignación, haciendo añicos la carta sorpresa enviada por el Gobierno en la que detalló con pomposidad que la subida aprobada es de un 0,25 %. Una burla más. Y la guinda. A los jóvenes quejosos, Mariano Rajoy les aconseja que ahorren para que el día de mañana tengan unos ahorrillos. La tomadura de pelo es de tal calibre que los jubilados, las espaldas calientes del sistema, se han echado a la calle hartos de insultos. La exitosa protesta es un mensaje inequívoco que abre el interrogante de hasta dónde puede llegar este movimiento que de crecer parejo con la indignación de los ocho millones y medio de jubilados españoles el Gobierno tiene un marrón que vaya al carajo aquello que Podemos plantó en Sol. Gritos como «somos pensionistas, no terroristas», «ladrones» o «hasta las pensiones nos quieren robar» son más que palabras.

Compartir el artículo

stats