Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sociedad inclusiva y medio ambiente

Las sociedades modernas han de definirse como un sistema de cooperación e inclusión, donde la participación democrática de las personas configure, no sólo el modelo de organización social y el ordenamiento legal que lo rige, sino también las garantías de protección y el acceso universal a bienes y derechos. En nuestro país, después de décadas de andadura democrática y de notables progresos en coberturas y derechos sociales, todavía no se han alcanzado los niveles deseables para homologar nuestra protección social con la de la mayoría de los países europeos. Lamentablemente, todavía persisten indicadores sociales muy negativos y, en contra de los datos sobre la recuperación económica española tan magnificada por las autoridades gubernamentales, desde diversas instancias nacionales e internacionales se sigue alertando sobre la alarmante desigualdad, brecha social y pobreza.

El último informe de la OCDE arroja datos muy preocupantes destacando que desde el año 2008 la pobreza ha aumentado en España un 8 %, las diferencias entre comunidades se han duplicado, es el país de la Unión Europea en el que más ha aumentado la desigualdad. España ocupa el quinto lugar entre los países en los que más ha aumentado la pobreza, es segundo en aumento de la pobreza juvenil, y en aumento de la pobreza en hogares con niños. Bruselas, en el reciente informe Empleo y desarrollos sociales, alerta a España sobre la caída de los ingresos familiares, la elevada tasa de paro y el infraempleo. La riqueza se sigue acumulando en manos de élites financieras, políticas y empresariales que acaparan los recursos económicos, mientras las bolsas de pobreza crecen y se cronifican.

Al mismo tiempo, cabe denunciar el deterioro medioambiental y señalar que el entorno en el que vivimos determina en gran medida la calidad de vida y el bienestar de las personas. La contaminación de las ciudades, el deterioro de la calidad del aire, los residuos tóxicos acumulados en los ríos y mares, los efectos del cambio climático son, entre otros, factores que atentan directamente contra la salud, amenazan los ecosistemas y la biodiversidad, comprometiendo la sostenibilidad del planeta. El modelo de desarrollo imperante no puede basarse únicamente en la rentabilidad mercantil, ni estar subordinado ciegamente a la productividad y al crecimiento, mientras se obvian los efectos perjudiciales, y en ocasiones irreversibles, sobre el entorno.

Desde los diferentes ámbitos científicos y de acción, entre los que se encuentra el trabajo social, hay que emprender una lucha transversal para hacer compatible el progreso con la sostenibilidad ambiental, promoviendo comunidades más humanas e inclusivas en entornos realmente sostenibles. Tenemos que avanzar hacia una economía social de mercado, establecer un modelo económico más equitativo y justo, que prime el bien común y que asegure los recursos económicos necesarios para que todas las personas tengan una vida digna. Pero también hemos de trabajar desde todos los frentes para que los entornos urbanos sean más habitables y humanos, y para salvaguardar el medio natural. Urge acometer los desafíos económicos, sociales y medioambientales, tomando medidas para combatir la desigualdad, la pobreza y el deterioro ambiental.

En materia de servicios sociales, igualdad y políticas inclusivas en la Comunitat Valenciana, las recientes iniciativas como el nuevo sistema público valenciano de Servicios Sociales, el anteproyecto de Ley de Servicios Sociales Inclusivos, la Ley de Infancia y Adolescencia o la Ley de Renta Valenciana de Inclusión, son herramientas fundamentales para el desempeño de la labor profesional de trabajadores y trabajadoras sociales, son una oportunidad para reforzar el bienestar social, y para tener unos servicios sociales universales, profesionales, eficientes y útiles, con los que reducir las desigualdades sociales y definir unas relaciones humanas más igualitarias. Concretamente, la Ley de Servicios Sociales Inclusivos (#LaQuartaPota) pretende ser una norma cuyo objetivo principal es equiparar los servicios sociales a los tres pilares del Estado del Bienestar: educación, sanidad y dependencia, priorizando los recursos públicos para contar con unas prestaciones sociales que acerquen a nuestra Comunitat a modelos de protección europeos.

Como cada tercer martes del mes de marzo, ayer se celebró el Día Mundial del Trabajo Social. Con tal motivo, las trabajadoras y los trabajadores sociales hacemos nuestro el lema del Consejo General de Trabajo Social y de la Federación Internacional del Trabajo Social, «Promoviendo comunidades y entornos sostenibles». Nos posicionamos inequívocamente en favor de una sociedad más humana, inclusiva, no violenta y justa, y de un modelo de sostenibilidad ambiental que asegure la supervivencia de los ecosistemas, de nuestro hábitat y el de generaciones futuras. Y reclamamos, con prioridad y urgencia, mayor determinación y compromiso de los gobiernos, partidos políticos, organizaciones empresariales, sindicatos, colectivos sociales y ciudadanos para alcanzar estas metas.

Compartir el artículo

stats