Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Política artificial y fichajes

Hace unos días se celebraron elecciones municipales en uno de los distritos de la ciudad de Tokio. Lo significativo de esta cita electoral es que uno de los candidatos a la alcaldía era un robot, Michihito Matsuda. La inteligencia artificial ha entrado en la política de la mano de la tecnología japonesa. Sorprenden tanto el resultado del candidato artificial, como las razones que esgrimen sus creadores para llevar a cabo esta hazaña política. Al robot lo presentaban como un candidato incorruptible, capaz de encontrar el equilibrio necesario para tomar las mejores decisiones. Una parte muy importante de los electores, más de cuatro mil, ha debido pensar que votar a una máquina sin sentimientos, emociones y carente de empatía, era la mejor opción para dirigir la política local. La cuestión, que no deja de ser anecdótica, invita a la reflexión. Quizá no seamos conscientes de las sorpresas electorales que podemos llegar a ver como consecuencia del hartazgo de la gente.

En nuestro caso, de momento, el cansancio de los electores hacia ciertos comportamientos y actitudes políticas no se ha canalizando a través de la inteligencia artificial. Afortunadamente. De alguna forma, podríamos decir que aquí el discurso del candidato ficticio lo lideran los nuevos partidos. Probablemente, sea Ciudadanos la organización que más asemeja su relato al del robot. Hace unos días, Albert Rivera anunciaba en un acto de partido que el fichaje de Manuel Valls para la alcaldía de Barcelona no va a ser el único. Daba la impresión de que estuviese abriendo la temporada de fichajes como si dirigiera un club de futbol en vez de una organización política. Insisto, solo es una impresión.

En ocasiones, los partidos buscan fuera de sus filas perfiles con cierto prestigio y reconocimiento social para incorporarlos en las candidaturas. Ello puede resultar muy positivo si se trata de personas comprometidas políticamente y cercanas, en términos ideológicos, al partido que las incorpora. Pero claro, una cosa es incluir alguna persona independiente y otra es hablar de fichajes en los términos que plantea Rivera. Sin duda, Ciudadanos es el partido que mejor está rentabilizando electoralmente la crisis política derivada de la cuestión soberanista: tanto dentro como fuera de Cataluña. Los resultados de las últimas elecciones autonómicas se muestran como un punto de inflexión en su corta historia política. De hecho, diferentes estudios de opinión apuntan hacia un importante crecimiento electoral. Una cuestión de perspectiva que podría ser, o no. Sin embargo, lo que pone de manifiesto el anuncio de los fichajes es el hecho de que, probablemente, las expectativas electorales generadas hacia Ciudadanos son mucho mayores que su capacidad como organización política para afrontarlas. Dicho de otra forma, el crecimiento de sus posibilidades va mucho más rápido que el del propio partido, careciendo, en consecuencia, de cuadros para poderlo soportar. No obstante, de momento solo son expectativas.

Compartir el artículo

stats