La manifestación por una financiación justa fue un éxito, pocas veces se ha expresado de forma tan unánime la necesidad de caminar juntos para conseguir una corrección de la financiación de nuestra Comunidad que acabe con los desequilibrios que sufrimos de forma histórica, asociados a su tradicional invisibilidad y su falta de peso político.

Sólo el PP valenciano, en su afán de proteger al Gobierno central, se quedó al margen con justificaciones peregrinas muy por detrás de la actitud de la sociedad valenciana y por detrás de dirigentes del PP de otros territorios que no dudan en defenderlos de la insensibilidad gubernamental.

El 31 de diciembre de 2019 se acerca. Ese día acaba la histórica concesión que Abertis tiene sobre la autopista AP-7 (de Tarragona a Alicante). Llegado ese punto y tratándose de una vía clave para el sistema de transportes y comunicaciones de la Comunitat Valenciana, el Gobierno central deberá tener decidido qué hacer con la autopista, si establece o no una nueva concesión y las consecuencias que se derivan de ello.

Estas decisiones se tomarán todavía en el marco de una infrafinanciación de la Comunitat Valenciana por lo que el Estado tiene una oportunidad de colaborar en los impulsos económicos que esta Comunitat necesita y que por esa infrafinanciación sufren la ciudadanía valenciana de Castelló, València y Alicante.

Aparece de nuevo una oportunidad, por tanto, de exigir al Estado un reivindicación justa: «La reversión y gratuidad de la AP-7». Expresando un nuevo «basta de discriminación».

Se trata de una responsabilidad ciudadana: la de apoyar a las instituciones valencianas que en su momento han tomado posición al respecto (Cortes Valencianas, Gobierno de la Generalitat, Federación de Municipios y Provincias de la Comunidad, ?).

Esta liberación gratuita supondría una evidente mejora de la conexión interna de nuestra Comunitat y de la conexión entre las comunidades mediterráneas mejorando su competitividad, la de las empresas, la de industria, la de las cooperativas y la del sector turístico frente a otras comunidades con vías rápidas gratuitas, en un área que representa el 44,3% del PIB toda España para lo cual este tramo central resulta imprescindible.

El tramo del que hablamos ha pasado de 27000 vehículos diarios de media a 17000 debido a la crisis y otras alternativas gratuitas, por tanto, estamos lejos de saturar la AP-7 por una eventual gratuidad.

La falta de otras infraestructuras aparte de la autopista (corredor mediterráneo por ejemplo) no puede condenar a esta carretera a ser de pago eternamente. Necesitamos, además, nuevas infraestructuras, sobre todo ferroviarias y complementar las que existen.

Por todo ello, nuestra Confederación está comprometida con esta reivindicación compartiendo los criterios de las Cortes Valencianas, del Gobierno de la Generalitat, de la Federación de Municipios y Provincias de la Comunitat Valenciana y Sociedad Valenciana en general, e invita a la ciudadanía representada por sus instituciones, partidos políticos, sindicatos, asociaciones de consumidores, asociaciones de empresarios, etc. a incorporarse a una campaña ciudadana que culmine con la reversión de la AP 7 y su gratuidad.

Para empezar, hoy 23 de mayo nos concentramos en la puerta de la Delegación del Gobierno a las 11h por la Reversión y gratuidad de la AP-7. No estaría mal que fuéramos muchos y de todos los sectores sociales y políticos.