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Sector

Productores de cítricos y caqui temen una caída de precios por el boicot ruso

El sector augura descensos en las exportaciones indirectas de naranjas Se teme que países como Polonia o Alemania, que reempaquetan fruta ribereña para venderla en Rusia, compren menos

Instalaciones de la Copal de Algemesí, líder en exportación de cítricos en España. vicent m. pastor

La determinación de Rusia de vetar las importaciones agroalimentarias de la Unión Europea, tras las sanciones aplicadas a este país por el conflicto de Ucrania, hace temer a los productores de la comarca una bajada de precios de cara a la próxima campaña de cítricos y caqui de la Ribera del Xúquer.

Los exportadores advierten de que el cierre del mercado ruso no va a pasar nada desapercibido para los compradores, lo que indefectiblemente repercutirá en una caída del valor de mercado de los productos hortofrutícolas ribereños, que el sector no se atreve a cuantificar.

Ese es, a su juicio, el peor de los daños colaterales que sobre la agricultura va a tener esta decisión política, más que las propias pérdidas económicas por una menor venta directa a Rusia. Hay quien habla de un «efecto psicológico» en el propio mercado. En ese sentido se ha manifestado el presidente de la Copal de Algemesí, Josep Vicent Torrent. «La cadena sabe que tienes una puerta menos y entonces te van a decir: 'Ojo, que el precio es otro'», explica el dirigente de la cooperativa líder en España en exportación de cítricos.

«Un daño para el sector»

Con esa visión coincide Cirilo Arnandis, presidente de la Cooperativa de Nuestra Señora del Oreto (Canso) de l'Alcúdia. Desde la prudencia, alerta de que el veto representa un «daño» a la totalidad del sector, independientemente de la cuota de mercado que represente Rusia en cada caso, «porque somos vasos comunicantes».

La caída de precios «va a ser el gran handicap», indica, además de los inconvenientes que el veto representa en cuanto al freno a la expansión del caqui de la Ribera por Rusia, un mercado con un gran potencial de crecimiento para esta fruta, cuya venta ahora deberá reorientarse a otros países. En el caso de la cooperativa alcudiana, las exportaciones a la Federación Rusa no superan el 3% de su producción, pero en el conjunto de la denominación de origen alcanzan el 10%.

Mayor caída de la prevista

Por otra parte, también se teme una caída de la demanda superior incluso a las exportaciones directas. Al respecto, Torrent apunta que al tratarse el ruso de un mercado de difícil acceso, muchas de las ventas se realizaban de forma indirecta a través de otros países como Polonia, Alemania, Holanda o Bélgica, donde se suele comprar producto de la Ribera, éste se reempaqueta y posteriormente es vendido en Rusia.

Ahora, tras el cierre de las fronteras, esas transacciones también corren un serio peligro y el presidente de la Copal sospecha que, por tanto, las pérdidas serán incluso todavía mayores atendiendo a dicho factor.

La cooperativa de Algemesí, por ejemplo, exporta 5 millones de kilos de frutas directas a Rusia, pero Torrent admite que dar una cifra de las ventas indirectas resulta ciertamente «incalculable».

Seis millones sin exportar

El caqui de la Ribera del Xúquer dejará de exportar unos seis millones de kilos a Rusia, la cuantía que se alcanzó durante la última campaña, que supuso la mayor cifra de caquis vendidos en aquel país hasta la fecha.

Cabe recordar que además el pasado mes de febrero en la feria celebrada en Berlín se habían cerrado numerosas ventas de caquis a comercios de la exrepública soviética que con el veto podrían romperse.

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