El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, realizó ayer en Alzira un balance «razonablemente satisfactorio» de las medidas adoptadas desde 2013 por las fuerzas de seguridad para combatir los robos en el campo ya que, según expuso, una comparativa del primer trimestre del año respecto de 2014 refleja un descenso de casi el 32 % en la Comunitat Valenciana -en el conjunto de España es del 21 %-, si bien en el caso de Alzira la reducción es incluso superior al alcanzar el 56 %. «Son datos francamente buenos y estamos especialmente satisfechos», comentó, mientras detallaba que entre enero y marzo únicamente se computan 20 sustracciones en Alzira por las 46 del año anterior.
Francisco Martínez ofreció estos datos tras reunirse en la sede de Alzicoop con representantes del sector agrario y mandos de los cuerpos de seguridad para hacer balance -recordó que fue en la C. Valenciana donde nació la idea de los equipos ROCA de la Guardia Civil- y presentar la reforma del Código Penal que endurece las penas por los robos agrarios y que entrará en vigor el próximo 1 de julio. El secretario de Estado indicó que los datos del descenso de robos son objetivamente «buenos», aunque admitió que «hay que mejorar la percepción subjetiva porque el que ha sufrido un robo considera que no se ha hecho lo suficiente».
«Todos reconocen en términos generales el trabajo realizado, creen que se ha hecho bien y que la tendencia es buena, pero siguen pidiendo que sigamos insistiendo, que seamos más eficaces y que facilitemos los medios de denuncia», explicó tras recabar las inquietudes de los asistentes.
Martínez, que compareció tras la reunión acompañado del delegado del Gobierno, Serafín Castellano, y la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, señaló que el ministerio tiene intención de seguir trabajando con los equipos ROCA y «poner los recursos en el territorio» con un mayor control en las zonas donde se produce la venta, en mercadillos ilegales y chatarrerías, aunque advirtió de que otras administraciones también pueden contribuir en estas inspecciones.
Representantes del sector agrario señalaron tras la reunión que el descenso tan acusado de denuncias puede ser fruto de que el agricultor ha dejado de hacerlo «por cansancio». Por su parte, el vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, expuso frente a las estadísticas oficiales que «en el campo se palpa otra realidad» que es la de continuos robos y emplazó a realizar un balance de la aplicación del nuevo Código Penal dentro de un año para confirmar «si hay una aplicación contundente y real». «Cualquier avance es positivo, pero en el campo se vive otra realidad y es que hay una gran sensación de impunidad», indicó Ferrer, mientras auguraba que suele ser en estas fechas cuando, acaba la campaña de recolección, se disparan las sustracciones en cabezales de riego y motores agrícola.
El dirigente de AVA denunció que hay mafias organizadas detrás de estos robos y reclamó que, del mismo que en otros ámbitos, la Administración recurra a las nuevas tecnologías para combatir «esta lacra para el campo». En este sentido, señaló que hay amplias partidas rurales de Alzira que se podrían controlar con una cámara o que también hay barreras que se abren con una tarjeta o un lector de matrícula. «Si hay que cambiar la ley para que se puedan utilizar estas herramientas, que la cambien», indicó Ferrer.
