Manuel Marín, exdirector y gerente del hospital de la Ribera hasta hace cuatro meses, falleció ayer repentinamente en una clínica oftamológica a la que había acudido para tratarse de una dolencia poco relevante. Hoy se le practicará la autopsia para conocer con exactitud las causas de su muerte, aunque todo apunta a un infarto. El fallecimiento de Marín conmocionó ayer Ribera Salud, la empresa concesionaria del centro sanitario alzireño. al que se entregó con pasión primero como comisionado de la Conselleria de Sanidad y después como gerente.

Marín tuvo una densa carrera profesional. Ejerció como director médico del Hospital Francesc de Borja de Gandia desde 1993 a 1999 y después estuvo como comisionado de Sanidad para el Hospital de la Ribera hasta 2007. Entonces asumió la gerencia del hospital alcireño, que con su presencia vivió una gran expansión y se dio a conocer internacionalmente. Era un firme defensor de las bondades del denominado Modelo Alzira (gestión privada de hospitales públicos). «Las gestiones directas e indirectas deben aprender una de la otra porque las dos tienen cosas buenas. La privada ofrece menores demoras y la pública, seguridad al empleado», pensaba.