Carcaixent acoge durante este fin de semana el Ral·li Humorístic, un carrusel de pruebas en el que participan la mayoría de los jóvenes del municipio y que es todo un símbolo de las fiestas locales. Este año, además, el certamen cumple medio siglo de vida, por lo que el pueblo se ha volcado en la organización del acontecimiento y, entre algunas novedades, están compitiendo entre sí padres e hijos.

Son unos 1.400 los valientes (distribuidos en grupos de amigos o cuadrillas) que participan en las pruebas, 400 más que el año pasado. Para competir, cada equipo tiene que confeccionar su coche a partir del chasis y motor de un vehículo antiguo. Los carros que se crean son verdaderas obras de arte y se exhiben en el primer acto del rally, la cabalgata, que se celebró el pasado viernes. En esta ocasión fueron 30 los coches, y en su defecto los grupos de amigos, que participaron, ocho más que el año pasado. Tras el desfile, empezaron las pruebas de ingenio, lógica y algunas de esfuerzo físico que los participantes deben de superar. Estas se prolongaron hasta altas horas de la madrugada, continuaron ayer y finalizan hoy fiesta holly. En medio de las competiciones, los participantes asisten a comidas, cenas y actividades como la fiesta de la espuma. El rally finalizará el próximo sábado con la prueba final, una puesta en escena en la que los concursantes preparan a conciencia coreografías y bailes.

Fiesta de interés turístico

La rally se ha convertido con el paso de los años en una cita ineludible para los jóvenes del Carcaixent. De hecho, desde hace 50 años reúne a la joventud en un acto festivo. El rally carcagentino se convirtió en 2011 en Fiesta de Interés Turístico Local de la Comunitat Valenciana y este año, además, el colectivo que lo organiza se ha constituido como asociación cultural.