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«Al principio nos decían que nos apuntábamos para que nos tocaran el culo»

«Al principio nos decían que nos apuntábamos para que nos tocaran el culo»

Ferrer desvela a Levante-EMV sus intenciones al frente de la Nova Muixeranga, una institución que nació en 1997 para integrar a la mujer en la Festa de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí y dar a conocer la celebración en el resto del territorio valenciano. Desde el principio combatió el orden establecido.

Es la tercera ocasión que se hace cargo de la Nova Muixaranga, quizá la organización de torres humanas más concienciada sobre la necesaria igualdad entre mujeres y hombres. ¿Qué supone para usted?

Para mí es muy importante. Fue una de las razones por las que fui una de las fundadoras de la Nova Muixeranga. Queríamos entrar a formar parte de la Festa de la Mare de Déu de la Salut pero en la Muixeranga existente en ese momento no nos dejaban entrar. Lo solicitamos a la junta y no nos dejaron. De esa situación hemos pasado a poder ser «mestres» y considero que es muy importante porque el papel de la mujer ha estado relegado tantas veces a un segundo plano por asuntos como la maternidad. Hemos tenido que dejar nuestros «hobbies» a un lado y parecía que nunca se daban las circunstancias adecuadas. Pero con la Nova Muixeranga la situación cambió y la mujer pudo empezar a conquistar el espacio público. En l'Olleria hubo una chica una temporada y también en Alicante, pero de forma muy puntual.

La aparición de la Nova Muixeranga rompió muchos esquemas establecidos como losas durante décadas.

Estoy realmente muy orgullosa, ya que la Nova Muixeranga permitió que, con el tiempo, en la otra asociación de Algemesí empezasen a aceptar a mujeres. Primero niñas y después mujeres. Si no hubiese existido la Nova Muixeranga no se hubiesen movido. Antes todo era muy hermético y los integrantes eran muy reacios a cualquier cambio porque pensaban que distorsionaría la Festa.

¿Ha vivido usted algún acto de discriminación machista?

En los primeros meses hubo muchos comentarios por el pueblo. Mucha gente hablaba. Al principio nos decían que nos apuntábamos a la Muixeranga para que nos tocaran el culo. Pero bueno, creo que sólo fue el primer año y después la gente fue acostumbrándose. Ahora todo está muy normalizado. Siempre que hay algo que altera las tradiciones, determinados sectores se ponen muy nerviosos.

Todas esas circunstancias le han llevado al día de hoy. Ha sido «mestra muixeranguera» en tres ocasiones desde 2001 y ahora se hace cargo de nuevo de la Nova Muixeranga. ¿Qué tiene en mente? ¿En qué va a notar su colectivo la llegada de nuevo de una mujer al cargo técnico más importante?

Uno de los primeros objetivos que tenemos y que ya manifesté en la asamblea del pasado fin de semana es aumentar el número de personas. Queremos que exista una mayor implicación de la gente. Realizar ensayos de figuras grandes con poca gente es muy cansado. Buscamos refrescar ideas, que se sientan integrados todos los grupos, todas las voces, porque siempre hay interpretaciones diferentes para llegar al mismo sitio. Cuando los niños cumplen más o menos los doce años dejan de estar motivados porque ya casi no actúan como niños pero no pueden empezar a situarse como «alçadors» hasta que son adultos. Vamos a realizar ensayos específicos con figuras más pequeñas para integrarlos a todos y que ese sector de edad tenga un protagonismo destacado en nuestro trabajo.

¿Ha pensado en recuperar alguna figura olvidada?

Hace tiempo que la Nova Muixeranga no hace la «dolçaina», una figura de seis pisos. Creo que desde 2004 no se levanta. Es bastante complicada porque es muy fina, con menos gente en cada piso. Por lo tanto, se tendrá que entrenar con dureza para conseguirlo. Pero necesito que nos situemos metas más altas para que estemos constantemente motivados.

¿En qué se notó la declaración de la Festa como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco?

Se ha notado en mucho, tanto en las «muixerangas» como en la localidad. Nosotros pudimos llegar a unos trescientos integrantes en la Nova Muixeranga y nos hemos mantenido en esa cifra. Hay un boom. Nosotros nacimos para integrar a la mujer y dar a conocer el hecho de «ser muixeranguer» tanto en el territorio valenciano como en Catalunya. Creo que se ha conseguido con creces.

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