Entre un grupo de «tabalet i dolçaina» que abría la manifestación y canciones que amenizaban la marcha, como el «Moving» de Macaco, más de 300 personas desfilaron ayer a mediodía por el paseo Germanies de Gandia convocadas por la plataforma Salvem el Parc de Sant Pere en contra del proyecto de remodelación integral que pretende llevar a acabo de forma inminente el Gobierno local, del PP. La protesta, que partió del mismo parque en el barrio de Roís de Corella, se desarrolló en un tono lúdico y a la vez reivindicativo. Hubo gente de toda edad y condición; se pudieron ver a familias con niños, jubilados e incluso personas con sus perros, muchos de ellos usuarios del parque. A la altura de la Casa de la Cultura, sobre las 13.30 horas, se leyó un manifiesto.
Aunque en la manifestación se entremezclaron representantes de los partidos políticos contrarios a la reforma -prácticamente todos, excepto el PP-, la cabecera de la marcha estaba formada exclusivamente por miembros de la plataforma ciudadana Salvem el Parc, y en concreto sólo mujeres, como un guiño a la conmemoración del Dia Internacional de la Dona, este domingo. Sostenían sendas pancartas con los lemas «SOS a los árboles. STOP obras» y «Més manteniment i menys ciment». Algunos participantes llevaban camisetas verdes con el logotipo del colectivo y otros iban «armados» con silbatos y cacerolas.
Se corearon más consignas, como «El parque de Sant Pere no se toca» o «No som quatre gats, volem opinar» -en alusión a las críticas que ha vertido en ocasiones el alcalde, Arturo Torró, sobre la representatividad de esta plataforma como interlocutora- y exigiendo mayor transparencia y participación. Sin ir más lejos, Salvem pedía hace unos días conocer el expediente de contratación de las obras, para presentar, en su caso, las alegaciones que considere oportunas. En su discurrir, la protesta contó con la complicidad y gestos de apoyo de muchos transeúntes que se cruzaban a su paso. En frente de la sede local del PP, que está en el mismo paseo, la marcha se detuvo y se bailaron unas danzas populares.
No es la primera acción que realiza Salvem el Parc en la calle -ha promovido otras concentraciones y «caceroladas» anteriores- pero sí es la primera gran manifestación que cuenta con tanto poder de convocatoria, de lo que se puede deducir que crece el malestar vecinal por este proyecto, pese a que el Gobierno local lo ha modificado en varias ocasiones, incluso rebajando tanto su diseño como su presupuesto inicial.
No es suficiente, opinan desde Salvem el Parc. En el manifiesto final insistieron en los mismos argumentos que viene defendiendo este colectivo, que tiene a Joan Siscar como portavoz. «Queremos que el alcalde y los miembros de su gobierno recapaciten, que no sigan despreciando la voz del pueblo con más mentiras y descalificaciones», dijeron. También pidieron que el parque sea declarado «arboleda singular», una figura que sirva para proteger para siempre la avifauna y la flora.
