Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gandia expone cinco siglos de arte religioso custodiado en el convento de Santa Clara

El ayuntamiento culmina quince años de gestiones con las religiosas «Son piezas para exponer, contemplar y rezar», dice el arzobispo

La oración de Francisco de Asís escrita en su extinta lengua original, una pequeña imagen del mismo santo del siglo XVI y las dos actas de la fundación (1428) y la refundación (1456) del convento de Santa Clara de Gandia, todo ello en una especie de penumbra y mientras cantos gregorianos envuelven el ambiente.

Así se entra en el Museu de Santa Clara, inaugurado ayer en Gandia, que ha permitido, después de más de quince años de labores, poner a la vista de los ciudadanos algunos de los tesoros artísticos que se guardaban en el convento de clausura.

Lejos de ser un museo de pueblo, el de Santa Clara está entre las mejores colecciones de arte sacro de la Comunitat Valenciana y de España. Y es así porque los visitantes se podrán encontrar con trabajos realizados por Pedro de Mena, Joan de Joanes, Nicolau Borràs, Joan de Ribera, Paolo Matteis o el mismísimo Paolo de San Lecocadio, el italiano que decoró numerosas estancias religiosas en la época en que los Borja reinaban en el Vaticano.

De hecho, la mayoría de las ochenta obras que desde ayer se pueden ver en el Museu de Santa Clara son donaciones a las propias religiosas de parte de grandes mecenas, entre los que están los papas Borja o el mismísimo Francisco, duque, santo y patrón de la ciudad de Gandia.

El recorrido es breve pero muy intenso. La Sala d'Homes del antiguo hospital de Sant Marc, de fábrica gótica, acoge la mayor parte de las pinturas y permite después del acceso a la sala de Francisco de Borja.

Antes de entrar, el belén que el duque le regaló a su hija Dorotea. Ya dentro de la pequeña estancia se encuentra el cáliz y la custodia que usó al oficiar su primera eucaristía o el cordón original del hábito de Francisco de Asís, una auténtica reliquia que su madre, Juana de Aragón, usó para superar problemas en el parto, de ahí que el futuro santo gandiense recibiera el nombre del pobre de Asís.

En otra estancia, denominada de la Pasión, seis relicarios donados por el papa Alejandro VI vuelven a recordar al visitante la altura de quienes han permitido alimentar este museo, cuyas obras perfectamente podrían estar en otros centros de arte de renombre mundial.

La apertura de este proyecto es el fruto de quince años de gestiones, restauraciones y negociaciones con la congregación religiosa de las Hermanas de Santa Clara de Asís que, gracias a la mediación del Arzobispado de Valencia, han cedido las obras para que sean expuestas al público.

Las monjas de clausura no han perdido la propiedad, y para permitir que puedan visitarlas tantas veces como deseen, una puerta comunica las salas del museo con la zona de clausura. Esa puerta se abrió ayer para ellas, pero antes de que tuviera lugar la entrada de visitantes. De haber asistido, rompiendo la estricta clausura en la que viven, habrían podido escuchar los elogios que les enviaron las autoridades que participaron en la inauguración.

Un acto cultural y religioso

Como era de esperar, el Ayuntamiento de Gandia convirtió ayer la apertura del Museu de Santa Clara en todo un acontecimiento cultura, pero también social y religioso. El cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, dirigió una oración previa y bendijo las instalaciones. Poco antes de ver los cuadros ya había señalado que la colección de arte es «espléndida», y recordó que las piezas que se muestra son «para exponer, para rezar y para contemplar», añadiendo así el sentido religioso a este espacio cultural.

En la misma línea se pronunció el alcalde de la ciudad, Arturo Torró, quien, ante representantes de numerosas asociaciones y congregaciones religiosas de Gandia, dio las gracias a las monjas franciscanas «en nombre de todos los gandienses», y confesó que, de todos los proyectos que ha impulsado en los casi cuatro años de la legislatura que se acaba, se siente especialmente orgulloso de haber abierto este museo y la Cova del Parpalló.

El Museu de Santa Clara ha sido posible con una inversión cercana al millón de euros que ha permitido acondicionar el antiguo hospital de Sant Marc. Las obras, realizadas por la empresa local Construcciones Bañuls, experta en la restauración de patrimonio artístico, han sido alabadas por su gran acabado, que permiten apreciar las estancias en todo su esplendor.

Compartir el artículo

stats