La recuperación de la que presumen los dirigentes políticos que gobiernan el país no concuerdan con algunas cifras microeconómicas que, básicamente, vienen a demostrar que la realidad a pie de calle, en el día a día de los veecinos de la comarca, es muy distinta de lo que quieren hacer ver.
A día de hoy y según los datos que manejan los sindicatos, solo un 43 % de los parados de la comarca de la Safor reciben algún tipo de ayuda. Eso significa que el resto, un 37 % ya han agotado todas las prestaciones, lo que significa que muchos de ellos se encuentran en una situación de lo más delicada. Es la cifra más alta de la historia.
Según el último dato conocido, en la comarca había inscritos un total de 17.450 parados en las listas del servicio autonómico de empleo. Eso significa que, según los datos de los sindicatos, unas 6.500 personas serían la que están desprotegidas. De esa cifra se pueden extraer dos leecturas. Por una parte, que esconde el drama de muchas familias en las que no entra ni un euro en tanto que todos sus miembros están en paro y han agotado las pretaciones y por otra. La segunda lectura es que la cantidad puede ser mayor, puest no son pocos los parados que al dejar de recibir la prestación abandonan las listas del Servef y, por tanto, no constan en ningún registro.
Desde UGT, su secretario general, Juan García, cree que el paro la Safor «ha llegado al límite» y que esa situación de estancamiento afecta seriamente a ciertos sectores que hace unos años suponían un auténtico motor económico de los municipios de la comarca pero que hoy están prácticamente muertos como puede ser el industrial. Precisamente eso es lo que provoca que muchas personas, que antes del estallido de la crisis siempre habían trabajado en el mismo sector, se encuentren en totalmente desprotegidas al no encontrar ningina otra salida. «El problema del paro en esta zona es estructural», en tanto que no existe un modelo económico capaz de absorber a tantos parados.
Este sindicato ha organizado una recogida de alimentos para entregala a aquellos parados de larga duración que están en riesgo de exclusión social debido a la falta de ingresos.
Como ejemplo de ese estancamiento, Garcia recuerda que hace cuatro años había en la comarca 17.786 parados, cifras similares a las registradas ahora. Criticó, además, la alta estacionalidad del mercado laboral, lo que lleva a «que haya estaciones del año donde el paro se dispara de forma desmesurada», señalaba.
Respecto a esto, Josep Antoni Carrascosa, secretario general de Comisiones Obreras, puso el foco en otro de los aspectos más característicos y a su vez preocupantes del empleo en la comarca, la temporalidad y la precariedad. Recordó que el 95 % de los contratos que se suscriben son temporales, a lo que se suma que los salarios cada vez son más bajos.
Ambos criticaron la reforma laboral aprobada en 2012 por el gobierno del PP, que para Carrascosa ha supuesto «la debilitación de los servicios públicos de empleo, la debilitación total de la negociación colectiva, lo que ha llevado a un estado de empobrecimiento de los salarios».
El líder de Comisiones Obreras criticó también «la falta de diálogo social», que «da como resultado pocos acuerdos» y « por tanto las decisiones son unilaterales por parte del Gobierno».
Ante esta situación, tanto desde UGT como desde CC OO, exigieron a las administraciones más políticas en pro del empleo que sirvan para crear un escenario de reindustrialización. «Debemos huir del monocultivo, diversificar, porque si no lo hacemos no será posible revertir la situación» coincidieron en señalar. Para ello, apuntan desde las formaciones sindicales, es necesaria la inversión por parte de las distintas administraciones públicas.
