Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La libertad de elegir

Miembros del Gobierno local de Gandia, en la procesión de Beniopa.

Cuando metes varios gallos en el mismo gallinero pasa lo que todos imaginamos. Y eso es lo que está pasando ahora, con todos mis respetos por la comparación, en las entrañas de la Asamblea de Més Gandia, una serie de grupos y asociaciones políticas con muy distintas ideologías en algunos aspectos notables, como es el que nos ocupa.

Ahora resulta que la asistencia de concejales de Més Gandia a procesiones religiosas ha suscitado la polémica y miembros de la Asamblea les han puesto «a caldo» a través de las redes sociales y comentarios de pasillo, por presidir procesiones, y se escudan diciendo que fueron «porque es un acto tradicional y porque se lo pidieron los vecinos y asociaciones de festeros».

Al parecer en esas Asambleas, como hay algunos miembros realmente extremistas, muchos de los que no lo son se encuentran realmente incómodos, y es que no hay que olvidar que el pasado de algún grupo mayoritario de esa «asociación», estaba formado por muchos miembros nacionalistas, pero también democristianos, y no hace falta que les cite nombres que todos conocen.

El gobierno de Gandia pretende coartar la libertad de religión y su práctica o participación en este tipo de actos, lo que es realmente lamentable, y querer excusar que se participa en un acto, sea del tipo que sea, a nivel institucional o personal, según la conveniencia, es de poca valentía y de poca convicción. Porque cuando una persona es elegida representante público, se debe a los ciudadanos, las 24 horas del día, de todos los días, en todos los aspectos.

Los cargos públicos de bien tienen un compromiso, jurado o prometido, pero asumido, y por lo tanto lo deben de cumplir, y dejarse de marear la perdiz, pero eso de decir que van a título personal es incierto, ya que representan al pueblo, no a la voluntad personal de unos pocos.

En Gandia, la ciudad por la que se han presentado y ahora representan, hay multitud de actos religiosos y procesionales, en todos y cada uno de los barrios, a nivel institucional, por lo que ahora que algunos quieran imponer a todos los cargos públicos que no asistan a las procesiones y actos religiosos, y que si lo hacen lo hagan a nivel personal, demuestra la voluntad dictatorial del gobierno de Gandia y el poco respeto a la tradición y la mayoría católica de esta ciudad.

Den la cara, o una cosa o la otra, pero no en función de tener preparada la excusa, por si no es del agrado de sus socios de partido. Porque, si no, me recuerdan a un exconcejal socialista que se manifestaba contra la celebración de festejos taurinos en Gandia, pero luego iba desesperado buscando invitaciones para asistir a las corridas de toros de Xàtiva o Valencia, porque se reconocía un gran aficionado, siempre que le regalaran las entradas, evidentemente.

Compartir el artículo

stats