Presidir o no actos religiosos es algo que va más allá de la ideología o la fe que cada partido de izquierdas comulgue. Al menos así lo ven muchos alcaldes y concejales de Compromís, que, dependiendo del municipio en el que se encuentren y pese a ser del mismo partido, han optado por opciones totalmente opuestas. Ante la ausencia de una directriz que llegue desde la dirección nacional, la formación elige libremente en cada ayuntamiento si preside o no actos organizados por la iglesia católica.
Pese a la polémica suscitada por el conseller de Educación, Vicent Marzà de Compromís, sobre la obligatoriedad o no de impartir religión en los colegios e institutos, esta misma formación actúa de forma diferente ante los actos católicos dependiendo del municipio en que gobierne.
Como esta misma semana publicaba este periódico, en Tavernes de la Valldigna, su alcalde, Jordi Juan, lo tiene claro: Presidirá todas aquellas procesiones y misas a cuantas sea invitado. En este municipio, el PSPV intentó aprobar una moción para separar el ayuntamiento de la iglesia pero los nacionalistas fueron los primeros que se opusieron. Para ellos, el debate va «más allá» de si los organiza la institución religiosa o no» ya que consideran que entre sus votantes hay «quien quiere que vayamos a las procesiones».
Sin embargo, este mismo partido, en Almoines, promovió una moción en la que pedía que los concejales no fueran como representantes municipales a actos religiosos. La propuesta fue tumbada por Units x Almoines y el PP pero los nacionalistas ya han dicho que no irán como concejales.
Tampoco van en Benifairó de la Valldigna. En las pasadas fiestas patronales, su alcalde, Josep Antoni Alberola, optó por no acudir a ninguna de las procesiones, como ya hicieron otros alcaldes anteriormente.
En Xeresa y Palmera, dos municipios tradicionalmente de Compromís, sus alcaldes, Tomàs Ferrandis y Álvaro Català, han optado por una opción mixta. Presiden solo aquellos actos de las fiestas organizados por el propio ayuntamiento, como es el caso del Cristo de la Salud y Sant Antoni, en Palmera. Sin embargo, ningún edil acude a actos como el Corpus o los organizados por asociaciones del municipio.
Lo mismo ocurre en Ador. Su alcalde, Joan Faus, que lidera Gent d'Ador una coalición formada por personas del PSPV y Compromís, llegó a un acuerdo con el párroco para presidir aquellos actos de mayor repercusión, sobre todo, en las fiestas patronales. Marta Signes, del Real de Gandia, y también de Compromís, aseguró ayer a Levante-EMV que «de momento» las preside. «Es algo que tenemos que hablar aún cuando se incorpore el nuevo párroco. Es un tema complicado que debemos estudiar con detenimiento», dijo.
Diferencias también en el PSOE
En Gandia, desde que Diana Morant y su equipo socialista entró a gobernar han presidido la gran mayoría de procesiones que se han celebrado hasta el momento. También ediles de Més Gandia han presidido procesiones, como Laura Morant en Beniopa.
En Xeraco, los socialistas se sumaron a Compromís para que los concejales no presidan procesiones, lo mismo que en Bellreguard, donde gobiernos de ningún color político han sido los representantes máximos en actos religiosos. En Tavernes, su grupo municipal presentó una moción pidiendo al Gobierno que no acudiera pero en Rafelcofer o l'Alqueria, sus alcaldes socialistas sí que lo hacen.
