El Club Halterofilia Tavernes ha criticado que el Gobierno local de la ciudad «no hace nada» por acabar con el problema que sufre el local público en el que entrenan y que se inunda cada vez que llueve. La sede se encuentra en el edificio que anteriormente ocupaba la «escoleta» Víctor Calatayud y, al parecer, el problema surgió tras las obras de reparación que se hicieron en la calle Verge dels Desemparats.
Según explicaba ayer a Levante-EMV el presidente del club, Francisco Felis, « el alcantarillado no funciona bien y el agua retorna y entra por las duchas de los vestuarios inundando todo el local».
Esta situación, dijo, «ha sido informada en varias ocasiones al ayuntamiento pero no han hecho nada para arreglarlo». El dirigente reconoció que un técnico municipal visitó las instalaciones «pero todo se quedó ahí».
El agua anega dos plantas del local, y eso, lógicamente, afecta a los materiales que el club utiliza para el entrenamiento de sus deportistas. «Compramos unos tableros de aglomerado que aguantan mejor la humedad pero si se mojan tanto al final se estropean», lamentó Felis.
El presidente exige al ayuntamiento que, como local público que es, «arreglen el problema» y lamenta que «lo único que han hecho ha sido dar una mano de pintura para taparnos la boca».
Felis dijo que «en 33 años que llevo ligado al club todo han sido promesas por parte de todos los gobiernos que han pasado. Que si tendríamos un gimnasio, que nos construirían un local, pero nadie ha cumplido», criticó.
Desde el Gobierno local, de Compromís, Josep Llàcer, concejal de Deportes, lamentó las palabras del presidente del club y explicó que «en los últimos años hemos hecho muchas cosas por esta entidad. Hemos pintado el local, instalado una barandilla para hacer la escalera más accesible, les hemos pagado un cartel serigrafiado y donado una máquina para entrenamiento», por lo que cree «injustas» las críticas.
Reconoce que algo se hizo mal en las obras de la calle que afectaron al alcantarillado y está dispuesto a arreglarlo pero «hay que tener en cuenta que hay que levantar una calle, no es una obra sencilla y el presupuesto es limitado». Llàcer recordó que «existen otras prioridades», aunque «ya me gustaría poder atender todos los problemas». El edil dice que acometerá el problema «cuando se pueda» y que tampoco es posible buscar otro local «porque sería peor para ellos».
