El Ayuntamiento de Gandia, a través de la empresa municipal Iniciatives Públiques (IPG), despidió ayer a los siete trabajadores que se hacían cargo del mantenimiento del servicio público de alquiler de bicicletas, SaforBici.
Esta acción se produjo en paralelo a la adjudicación de un contrato temporal, inicialmente por unos cuatro meses, para que sea la empresa Labici Bicicletas Públicas la que gestione este servicio hasta que salga el concurso de explotación definitivo.
Según señalaron ayer fuentes de la empresa, SaforBici va a seguir funcionando como hasta ahora, e incluso se añadirán en un corto plazo de tiempo algunas bicicletas nuevas para mejorar el servicio en la medida de lo posible.
En estos momentos el Ayuntamiento de Gandia pagaba unos 19.000 euros al mes por mantener abiertas las bases de las bicicletas de alquiler. Con este contrato a Labici, el coste será de 4.000 euros al mes, lo que eleva el ahorro a 15.000 euros.
Labici gestiona desde hace años los sistemas de alquiler de bicicletas de ciudades tan importantes como Murcia, Benidorm, Majadahonda, Ponferrada o Altea. En el caso de Murcia, el funcionamiento de esta red de bicicletas urbanas ha merecido hace apenas unos días un premio del Ministerio de Medio Ambiente a la sostenibilidad. La entrega tuvo lugar coincidiendo con el Día Europeo sin Coches.
Habida cuenta que la adjudicación realizada ahora será por cuatro meses, el siguiente paso a seguir por el Ayuntamiento de Gandia consiste en cerrar las bases para sacar a concurso público la gestión de sus bicicletas de alquiler.
Como en su día adelantó este periódico, la intención es que ese concurso público obligue a mantener activada y buenas condiciones la red de transporte ecológico a la empresa que, en el mismo paquete, se adjudique la publicidad en los mupis y otros soportes municipales repartidos por toda la ciudad.
Hace apenas unos días el concejal de Movilidad, Xavier Ródenas, abordó en una reunión la cuestión de SaforBici y, pese a comprobar que era un servicio deficitario, apostó por mantenerlo abierto, e incluso mejorarlo en la medida de lo posible.
Eso no es imposible. En Murcia y en las otras ciudades donde Labici Bicicletas Urbanas gestiona este servicio los ayuntamientos no aportan cantidad económica alguna, sino que se nutre por la publicidad que explota la misma empresa. En Gandia se hizo así cuando se puso en marcha este proyecto, pero el Gobierno local del PP lo recuperó para IPG con grandes pérdidas.
