Mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del PP, lleva varios días vendiendo por todos los platós de radio y televisión la recuperación de España tras ocho años sumida en una profunda crisis económica, existen otras cifras que contrastan con las macroeconómicas que el jefe del Estado se ha aprendido de carrerilla para defender su gestión durante la legislatura que ahora termina. Un año más, y ya van siete consecutivos, ha crecido el número de vecinos de la comarca de la Safor que han tenido que emigrar para encontrar abiertas puertas laborales que aquí tenían completamente cerradas.
En total, en 2015 hay registradas 5.245 personas naturales de alguno de los 31 municipios de la comarca en países extranjeros. Son 322 más que los 4.923 de 2014, lo que significa que en un año ha aumentado en un 6,5 % el número de saforenses emigrantes, la mayoría de ellos jóvenes que acaban sus carreras y, tras varios meses de búsqueda deciden irse a buscar una oportunidad allende las fronteras nacionales.
Las cifras de 2015 vuelven a marcar un récord histórico para la comarca, en tanto que desde el año 2009 no ha dejado de crecer el número de personas que se han visto obligadas a hacer las maletas rumbo a cualquier otra parte del mundo. Hace siete años, cuando empezó a dispararse el fenómeno de la emigración en España por culpa de la crisis, se registraban un total de 3.584 saforenses en el extranjero. Eso significa que en este tiempo han abandonado el país y la comarca 1.661 personas, y que el fenómeno ha crecido desde entonces más de un 38 %.
Lo más curioso de estos datos es que casi se cumple la paridad entre hombres y mujeres en lo que al fenómeno migratorio se refiere, aunque, en este caso, ganan ellas ligeramente. De las 5.245 personas que se encuentran este año en el extranjero, 2.621 son hombres, mientras que 2.624 son mujeres.
Estos datos son un indicativo que viene a demostrar que a la comarca de la Safor le está costando mucho absorber el gran número de parados que está dejando a su paso la grave crisis económica. El panorama es descorazonador.
Con una industria prácticamente desmantelada (esta semana se conocían otros 30 despidos en Faus), la agricultura capaz de asumir contrataciones solo en campaña alta y un sector servicios en una recuperación pero demasiado estacional, y tan lento, que no cuenta con la capacidad suficiente como para dar cobijo a tantos parados, son muchos a los que no les queda otro remedio que probar suerte fuera de España.
La ciudad de Gandia es la que más vecinos registra en el extranjero con 2.409. Son 177 más que el año pasado y 763 más que en 2009. También en Oliva y Tavernes de la Valldigna han crecido los emigrantes de forma importante. De 813 a 866 en la primera ciudad y de 480 a 499 en la capital vallera.
