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«El tango es un desgarro de vida»

Músicos de Gandia interpretan hoy en el Serrano «Ganditango» con arreglos del maestro Vercher

«El tango es un desgarro de vida»

«Al mundo del tango se llega a través de sus letras, que son poesía pura, puro desgarro de lamento humano, porque cada tango es una vida». Lo dice Martín García, el polifacético cantante gandiense —ha hecho incursiones en el pop, en el jazz e incluso en el canto lírico, para lanzarse ahora al difícil reto del género rioplatense— que lidera «Ensemble Ganditango», un espectáculo en el que siete músicos excepcionales de la capital de la Safor y el afamado bandoneonista argentino Orlando di Bello repasarán un repertorio de piezas clásicas reinterpretados «a lo Astor Piazzola», por así decirlo, con los arreglos del maestro Miguel Vercher Talens. Será hoy, a partir de las 20 horas, en el Teatre Serrano de Gandia.

«Ganditango» es un antiguo proyecto pensado entre Vercher —director de la banda de música de Gandia durante 25 años, así como de la orquesta de cuerda y la Big-Band— y Martín García que es «pionero» en España, por cuanto se trata de rescatar hits del tango dotándolos de una armonía moderna, con algunos pasajes abiertos incluso a la improvisación de los músicos. En el coliseo gandiense sonarán piezas como «Cambalache», «Caminito», «El día que me quieras», «Malevaje» o «A media luz los dos», junto a dos piezas instrumentales. Todo ello, bajo los arreglos modernos de Vercher. Sobre el escenario desplegarán su talento, además de Martín García, Javier Malonda, en el violín y el saxo; Cristina Bernal, violoncelo; Clara Juan, piano; Borja Flores, contrabajo; Pere Sirerol, percusión; y Myriam Zarzycka, flauta.

Música y danza

A ellos se une el citado Di Bello con el bandoneón —alma del tango—, un concertista de fama internacional considerado uno de los músicos más influyentes de su generación y reconocido en Italia con el «Cavaion d'Oro» por su trayectoria y divulgación del tango. «Él nos dio el último toque final, auténtico», ensalza Miguel Vercher. Junto a todos ellos, la aportación de la joven bailarina María García Gómez (Safor Ball), para introducir esa pieza esencial para el tango como es la danza. No en balde, el mítico Enrique Santos Discépolo definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».

«Nos gusta el tango porque nos gusta la vida», asegura Martín García en un receso del ensayo —el último antes de la actuación— realizado la noche del jueves. Es un proyecto apasionado a cargo de un septeto extraordinario, inédito, no solo en Gandia, sino mucho más allá de la capital de la Safor. Con un compromiso del vocalista: «Hemos trabajado mucho para que todo salga perfecto; vamos a dar lo mejor de cada uno».

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