Si la exportación de productos valencianos al extranjero se apunta como una de las prioridades para la recuperación de la economía, la empresa gandiense Exquisite Fruits puede dar muchas lecciones. Hace cinco años esta firma comercializadora que emplea a ocho trabajadores encontró la vía para vender a media Europa caquis de la Ribera, fruta de hueso y también cítricos. El resultado avala la gestión porque el primer año vendió un millón de euros y en este ejercicio cerrará con seis mil toneladas y seis millones de euros de negocio.
Lo explica Daniel Vidal, gerente de Exquisite Fruits, quien no oculta que la empresa va viento en popa y augura un espectacular crecimiento para el año que viene, dado que confía en llegar a los diez millones de facturación.
Exquisite Fruits cubre una pequeña parte de mercado nacional, pero el 90 % de su comercialización está en Alemania, cuyos supermercados son su primer cliente, Chequia, Suiza, Austria, Ucrania, Eslovenia, Bielorrusia, Lituania, Letonia y Holanda.
Hasta hace dos años también Rusia figuraba en su agenda de destinos, pero el veto de la Unión Europea por el conflicto con Ucrania le cerró esa puerta. Fue entonces cuando, según narra Vidal, se lanzaron hacia Bielorrusia, donde han logrado consolidar una parte de sus exportaciones.
Casi toda la producción que se envía a Europa es valenciana. El caqui de la Ribera es la estrella, pero se trata de una fruta acotada al periodo que va de septiembre a febrero, de manera que el resto del año ponen en los mercados de media Europa albaricoque, nectarina, melocotón, ciruelo, paraguayo y algo de cítricos. «Así logramos facturar todo el año», indica el gerente, un detalle no menor para evitar que Exquisite Fruit sea una empresa «de temporada».
Nuevas fronteras
Además, el mercado puede crecer con la granada, producto que ha arraigado en una amplia zona del llamado Camp d'Elx y cuyo consumo se extiende animado por los excepcionales beneficios que el jugo tiene para la salud.
El futuro de Exquisite Fruits está por escribir, pero este mismo año ha superado las fronteras de Europa y, vía marítima, se ha metido en Arabia Saudí y Dubai, dos países emergentes que copan el estilo de vida occidental y en los que, como grandes productores de petróleo, existe una parte considerable de la población capaz de consumir «exquisiteces» cultivadas en los campos de la Comunitat Valenciana.
A veces las empresas surgen por lógicas sencillas. «Empezamos al detectar una necesidad y una demanda de estos productos en Europa», indica Vidal, que desde entonces no para.
