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Más de 7.000 inmigrantes se han ido de la Safor desde que estalló la crisis

El año 2014 había en la comarca 29.951 extranjeros, la cifra más baja desde 2008

A principios de los años 2.000 España era un país próspero, con unas cifras de paro muy bajas y donde se vivía bien. Las palabras desahucio y ERE eran prácticamente desconocidas y ser mileurista era estar en el escalafón más bajo de los salarios medios. Aquella bonanza atrajo a miles de inmigrantes hasta los pueblos de la comarca, que se dedicaron, sobre todo, al que entonces era el sector económico más próspero, la construcción. Pero una brutal crisis truncó todo aquello y, de repente, no había trabajo suficiente para todos,

A muchos, por tanto, no les quedó más remedio que hacer las maletas y coger el camino de regreso. No en vano, en la comarca de la Safor había a finales del 2014 7.313 inmigrantes menos que en 2008, el año siguiente al que estalló la crisis económica en España.

Eso significa que la población extranjera en la Safor se ha reducido en un 19,6 % en menos de diez años al pasar de 37.264 inmigrantes a 29.951. Igual de masiva fue tanto la llegada como la salida de extranjeros que durante algunos años dispararon los censos de los municipios de la comarca.

De los grupos de extranjeros que poblaban los municipios de la comarca han sido los provenientes de países de Sudamérica los que en mayor número han dejado el país. En concreto, hay un 44 % menos de ciudadanos de estas nacionalidades al pasar de 9.269 a 5.256 entre los años 2008 y 2014. Detrás de estos se encuentran los ciudadanos de países de la Unión Europea, de los que hay un 13 % menos.

Sin embargo, no todos los colectivos de extranjeros han disminuido su número en este tiempo. Los procedentes de países africanos han crecido en un 7,3 % al pasar de 3.849 en 2008 a los 4.131 en 2014.

La salida masiva de inmigrantes de la comarca se ha sumado a la decisión de muchos vecinos de toda la vida de los municipios de la comarca de hacer las maletas y cruzar más allá de las fronteras españolas para buscarse la vida ante la ausencia de un horizonte claro en lo que a lo laboral y académico se refiere en el país.

La marcha de los inmigrantes, sumado a otros factores como la propia crisis económica, ha llevado consigo otro fenómeno, el enorme descenso de la natalidad registrado en la comarca de la Safor. No en vano, en 2014 se registró la cifra más baja de niños censados en la comarca en el tramo de edad que va entre los 0 y los cuatro años con poco más de 8.000 cuando unos años antes había más de 9.600.

De hecho, en los últimos años no ha dejado de bajar el número de habitantes censados en la comarca de la Safor. Solo en Gandia en los últimos años se han perdido 5.000 ciudadanos.

Muchos se van endeudados

Un fenómeno que se repite tanto en los extranjeros que se van es que muchos de ellos dejan atrás su vida en España tras varios años de pasarlo mal. Cuando llegaron, una mayoría encontró un buen trabajo. Eso les permitió poder adquirir sus propias viviendas para lo cual se hipotecaron.

Con la llegada de la crisis a muchos de ellos, que en su gran mayoría trabajaban en el sector servicios o la construcción, les ocurrió lo inevitable. Se quedaron sin trabajo y se vieron colgados con una hipoteca de miles de euros.

Tras varios años de pelea con los bancos, al final, y en cuanto tuvieron ocasión de hacerse con un billete, algunos tomaron la decisión de regresar a sus países de origen. Regresaron sin nada y, lo que es peor, con una abultada deuda, si es que no lograron solucionar su situación antes de emprender el camino de regreso.

Muchos de los que se han quedado lo hacen con cargas familiares, es decir, hijos en edad de escolarización, lo que hace que se lo piensen dos veces antes de regresar a sus países.

Además, muchos de ellos se han visto afectados, como ha publicado este periódico en muchas ocasiones, por procesos de desahucios de sus viviendas, aquellas que compraron cuando España era un país próspero que vivía eminentemente de la construcción, un sector que tiraba de otros como ahora los servicios y la industria.

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