La empresa Llácer y Navarro, ubicada en Oliva y dedicada al transporte nacional e internacional, está viviendo una segunda juventud. Tras superar en 2014 un concurso de acreedores, motivado por una sanción que le impuso la Seguridad Social por trabajar de forma continuada con conductores autónomos, la mercantil se encuentra ahora en plena fase de crecimiento.
Hace poco recibía los 46 nuevos camiones que ha adquirido de la marca Scania y espera en los próximos meses la llegada de otra partida, en este caso de 54 Renault. De esta forma llegará hasta las cien nuevas incorporaciones solo este año. En 2014, la empresa ya invirtió en más de 60 nuevas piezas. La una renovación de la flota es necesaria cada cierto tiempo para una firma que recorre 145 millones de kilómetros al año y que pretende mantener siempre en buen estado sus vehículos, reducir las emisiones de CO2 y ofrecer así el mejor servicio a sus clientes. Estas incorporaciones, en formato de renting, suponen la ampliación de su cartera de vehículos propios en un 27 %. En dos años, se ha pasado de 286 a 365 camiones, 79 más. A estos, se les suman otros 300 de los llamados enganches, es decir, conductores autónomos que operan con cajas frigoríficas de la empresa.
Este año, la mercantil da trabajo directo a más de 600 personas desde su gran planta ubicada en el camino de les Bruixes, en término municipal de Oliva, entre transportistas, personal administrativo, mantenimiento y talleres. A estos se suman los autónomos, por lo que se puede llegar a dar trabajo a más de 1.200 personas.
José Llácer es su director general. Ayer explicaba, en conversación con este periódico, que la adquisición de nuevas unidades está «en función de la demanda», por lo que si esta incrementa, la empresa se ve obligada a invertir en nuevos camiones. «Nos piden los coches y aumentamos las unidades, tanto en una marca como en la otra», señalaba.
Puntualizaba, además, que «cuando presentamos el concurso de acreedores nosotros no teníamos problemas, no los habíamos tenido nunca». Su caso, dijo, se debió «a un cambio en la legislación y, tal como trabajábamos nosotros, la Seguridad Social consideraba que los autónomos eran asalariados nuestros», en tanto que la gran mayoría operaban en exclusiva para esta compañía.
Hasta entonces, una gran parte de la plantilla de Llácer y Navarro estaba formada por transportistas que trabajaban por cuenta propia que, con sus camiones, movían la mercancía a través de la empresa olivense.
Actualmente, explicaba el director general, esa política ha cambiado y el número de autónomos se ha reducido considerablemente hasta dejarlos aproximadamente en la mitad.
20 millones más en un año
Durante el proceso concursal, Llácer y Navarro sufrió un brusco descenso en su facturación. Pasó de los 102 millones en 2011 a los 87 en la temporada 2013-2014, según los datos ofrecidos por la empresa. Ese ejercicio se registró también el menor número de camiones, con 229, y de trabajadores, con 491. Desde junio de 2014, las cifras no han hecho más que ir hacia arriba. En solo un año se incrementó la facturación en más de 20 millones de euros, hasta los 108, y para el próximo año se prevé llegar a los 120, una cifra que, según Llácer, se registró en los mejores años.
La empresa sigue apostando por la innovación y la modernización. Por ello, ha actualizado su imagen corporativa y dispone de una nueva página web más funcional y atractiva. José Llácer representa la segunda generación de la familia que se pone al frente de la empresa, creada en 1974.
