Diciembre de 1990, el entonces presidente de la Generalitat, el socialista Joan Lerma, acude a Tavernes de la Valldigna para inaugurar un nuevo centro de salud. Será uno de los pioneros en su formato así como en su construcción. 25 años después, este edificio ya cuenta a sus espaldas con una remodelación y ampliación que lo han convertido en un emplazamiento sanitario más amplio pero con el mismo objetivo, velar por la salud de los habitantes de la Valldigna. El centro atiende hoy a una población cercana a las 25.000 personas.
Junto a Lerma, el conseller de Sanidad, Joaquin Colomer, y el alcalde de Tavernes por aquel entonces, Josep Escrihuela. Es ya la cuarta ubicación de un centro asistencial en este municipio desde el primer lugar, el hospital de la calle Gabriel Hernández, donde ahora se sitúa el juzgado de paz, el vivero de empresas y varios despachos para asociaciones locales, los bajos en la calle de la Barca o el ambulatorio de la calle Juan de Austria.
Este nuevo centro de salud nació con el objetivo, según los responsables en aquellos años, «de dotar a la ciudadanía de un centro más espacioso, mejor distribuido y con mayores prestaciones que las que se tenían hasta el momento». »«La de Tavernes fue una gran apuesta por la modernización del sistema sanitario y de respuesta ordenada de los servicios médicos», apuntaron.
El centro de salud vallero, que en su día recibió un premio de arquitectura y tuvo un coste de cerca de 200 millones de pesetas (1,5 millones de euros), se encuentra en una zona que por aquel entonces estaba en plena expansión, la plaza del Prado. Entonces se levantaban edificios en calles cercanas y hoy en día es una de las zonas más pobladas de la ciudad.
En el mismo acto de inauguración se presentó la TAS, entonces conocida como Tarjeta de Asistencia Sanitaria, que iba a ser todo un referente en cuanto a la atención al paciente y que actualmente se conoce como SIP.
Aquella revolucionaria tarjeta iba a sustituir a la cartilla de la Seguridad Social -tras ser transferidas las competencias sanitarias desde el Estado a la Generalitat- e implicaba la universalización sanitaria en toda la comunitat Valenciana. El propio Lerma definió este modelo como «universalización de la salud pública para todos los ciudadanos». Con tres plantas, zonas de espera comunes, salas de urgencias, atención primaria, pediatría y odontología, el centro de salud de Tavernes abría sus puertas para convertirse en uno de los más novedosos, tanto en su construcción como en su concepción arquitectónica.
Ampliación y nuevas consultas
En abril de 2010 se abría al público la nueva ala del edificio. La Generalitat invirtió en su ampliación cerca de 1,2 millones de euros. Las nuevas instalaciones fueron inauguradas por el entonces secretario autonómico de Sanidad, Luis Rosado, y por el entonces alcalde, Manolo Vidal.
El centro amplió sus instalaciones en 780 metros cuadrados distribuidos entre dos plantas de nueva. Con ello, incrementó su capacidad en 16 nuevas consultas.
Tras la obras, el edificio consta actualmente de 2.837 metros cuadrados, y queda configurado en diez consultas de medicina familiar y siete de enfermería. El área de Pediatría ahora tiene tres consultas, junto con dos para Enfermería.
También el área de Salud Mental y Atención Continuada se ampliaron con una nueva consulta cada una respectivamente, así como el área Maternal/Planificación Familiar, que también cuenta desde entonces con una nueva sala para consultas. El centro mantiene la recepción y el archivo, así como el área de Odontología, Rehabilitación, Trabajo Social y la planta de coordinación, docencia y biblioteca.
