En abril del año 2014 la radio de Tavernes, Ràdio Valldigna, se quedaba muda. El que había sido el medio de comunicación de proximidad por excelencia en el municipio y toda la Valldigna cerraba un ciclo de más de diez años con una audiencia fiel, que incluso se lanzaba mensajes a través de las ondas. Aquella emisora estaba gestionada por una empresa privada. Pero ante la falta de licencia y la amenza de una multa se vio abocada a fundir a negro.
Ese silencio podría romperse, si se cumplen las previsiones del Gobierno de Tavernes, de Compromís, el próximo mes de septiembre, coincidiendo con las fiestas patronales.
La nueva radio de Tavernes ya está en marcha. A través del Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles de la Diputación de Valencia, el municipio recibirá 46.000 euros para la adecuación del estudio y la compra del equipamiento técnico.
Las obras ya han empezado. El nuevo estudio estará ubicado en la tercera planta del edificio del antiguo hospital, el Centro Social Dolores Rojas Almel·la, donde, por cierto, se encontraba la antigua radio municipal con la que ya contaba el Ayuntamiento de Tavernes y donde se encuentra el hogar del jubilado, el Viver d'Empreses, el juzgado de paz y despachos de varias asociaciones.
La nueva cadena emitirá a través del 102.7 FM, la frecuencia de propiedad municipal. Será gestionada de forma directa por el ayuntamiento. El concejal de Modernización, Quique Chofre, quien se está encargando de poner en marcha la emisora, explicaba a este periódico que el hecho de que utilice una licencia de titularidad pública impide que se pueda realizar un concurso y posterior adjudicación a una empresa privada.
Por tanto, la idea del consistorio es ceder parte de la programación a las asociaciones locales. «Evidentemente, se valorará que el contenido que emitan tenga unas mínimas condiciones de calidad, no se trata de ponerse delante de los micrófonos y ya está, deberá tener sentido y coherencia», explicaba Chofre.
El principal escollo
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, el ayuntamiento se ha encontrado con un escollo que está estudiando cómo salvar. En principio, se pretende que el resto de la parrilla quede a disposición municipal y que esta sea rellenada con programas comprados por el ayuntamiento. Es decir, que empresas privadas produzcan horas de radio para venderlas, haciendo uso de las instalaciones municipales. Sin embargo, los servicios jurídicos y técnicos del ayuntamiento están buscando la posibilidad de encajar legalmente esta posibilidad porque aún no está claro que sea viable. «No queremos poner en funcionamiento la radio hasta que no tengamos las garantías de que todo tiene sustento legal», asegura Chofre. De no encontrar la manera, el ayuntamiento producirá los programas, algo que, según Chofre, «sí que dispararía el coste».
Las instalaciones de la nueva emisora contarán con un total de tres salas. La primera de ellas será el estudio central, desde donde se elaborarán los programas. La otra estará destinada al control técnico, más conocido en el argot radiofónico como la pecera. Esta conectará con el tercer habitáculo, una habitación que, en principio, se destinará a sala de reuniones (para preparar programas o entrevistas), aunque estará habilitada para convertirse en estudio de grabación si así se precisa en algún momento, como explicó Quique Chofre a Levante-EMV. Las obras las está llevando a cabo una empresa local.
El ayuntamiento tiene los plazos más o menos claros. Se pondría en marcha en septiembre, aprovechando las fiestas patronales, y el verano de 2016 serviría para emitir en pruebas.
