El departamento de Inspección Educativa, dependiente de la Conselleria de Educación, no abrirá expediente ninguno tras las denuncias de cuatro padres de alumnos de cinco años del colegio Sant Francesc de Borja de Gandia contra una profesora del centro al no hallar indicios de «mal comportamiento», que era lo que habían argumentado estos progenitores para elevar su reclamación a la administración autonómica.
Así lo anunció ayer la concejala de Educación, Laura Morant, quien, además, reveló que en el informe de la inspección educativa se llega a apuntar que «este asunto se ha llevado demasiado lejos». La conselleria, por tanto, no interpondrá ninguna sanción ni apartará de su cargo a la maestra.
Desde el departamento que dirige la edil de Més Gandia se considera que estas denuncias han sido «un intento de desprestigiar» a los profesionales del colegio Sant Francesc de Borja.
En la denuncia en ningún momento se hablaba de agresiones físicas por parte de la profesional si no de un trato con los pequeños que estos padres no consideraban adecuados. Así, el pasado viernes, estos cuatro alumnos no acudieron a clase y, sin embargo, visitaron al pediatra.
Lo cierto es que la Conselleria de Educación lo ha tenido claro a tenor de la rapidez con la que ha resuelto dejar el tema en nada. La inspección educativa, según fuentes de la Generalitat, pidió un informe de los hechos al centro al tener conocimiento de la denuncia de los padres.
