Rafael Delgado asumió la dirección del CEIC en abril de 2012. Es licenciado en Ingeniería Forestal y subdirector del Campus de Gandia de la UPV, donde ejerce la docencia y la investigación.
Asumió el cargo ya en una época difícil para el instituto.
Sí, nos tuvimos que resignar porque para nosotros también era una situación nueva. Sobre la financiación del CEIC hemos expuesto varias alternativas y le hemos dado muchas vueltas, porque la situación es bastante crítica. Por ejemplo, nos liberaría bastante si el ayuntamiento asumiera el coste de la funcionaria, y no corriera a cargo del organismo autónomo. También estamos estudiando crear fórmulas de mecenazgo cultural o crear una asociación de amigos para obtener ingresos por cuotas. Todo tiene sus pros y sus contras.
¿Nunca expresó su malestar al gobierno por este trato?
Bueno, llegué a plantearme la dimisión, y eso hubiera salido en los periódicos y causado mucho revuelo, pero opté por la prudencia por respeto a una institución con tanto prestigio social y académico como el CEIC. Han sido tiempos de barricadas, de aguantar, de estar ahí. Esperamos que ahora haya otro talante. El éxito del CEIC es que sigue siendo una entidad no partidista, con miembros de diferentes tendencias y de varias disciplinas artísticas y científicas. Además, aquí se trabaja desinteresadamente y con mucho voluntarismo.
Con la reedición de la obra «Josep Camarena i l'ocàs del món rural» han estrenado un nuevo sistema: imprimir libros por encargo.
Sí, bueno, por una parte es debido a la situación económica, pero también queremos hacer una prueba porque es una manera de ahorrar; a medida que haya interesados en adquirirlo, se imprimirán nuevos ejemplares. Fue una idea de Anna Igualde y veremos cómo va. Además, también se puede descargar en PDF desde la «web» del CEIC.
El Consell General del CEIC se posicionó sobre la polémica de la playa de l'Auir.
Sí, teníamos claro que debíamos emitir algún informe a raíz del concurso de ideas. Recuerdo que quiso apartarse Alberto Peñín de las deliberaciones , porque es conseller y a la vez participaba en ese concurso. Además, no fue ningún encargo externo.
En estos cuatro años el CEIC se ha abierto a otros campos como la ciencia y tecnología.
Sí, la verdad es que fue un ciclo muy exitoso y que no se había explorado antes en el instituto. También dedicamos otras jornadas a la pesca y a la agricultura.
Parece que hay voluntad política para reactivar el consorcio de las comarcas centrales valencianas. ¿Cómo lo ve?
Bueno, es un concepto que nació aquí, en el CEIC, así que estamos orgullosos y nos gustaría que nos tuvieran en cuenta. Pero para que tenga éxito debe ser un empeño de todos, no sólo de los políticos. Me parece muy buena idea que también se analice este tema en la próxima Universitat d'Estiu de Gandia. Necesitamos una estructura territorial intermedia entre la comarca y la provincia.
¿Cómo será el nuevo CEIC?
Pues realmente no podemos adivinar quiénes serán sus componentes, porque es una cuestión casi azarosa, pero lo bonito es que es un proceso de selección que nace de la sociedad civil. Me gustaría que fuera paritario y plural, con gente de todas las edades y expertos en diversas materias. Por mi parte me ofrezco a continuar como conseller y director, siempre y cuando tenga la confianza de las diferentes personas.
