El Real Club Náutico de Gandia, fundado en 1957 y que ocupa un lugar privilegiado entre la playa y el puerto desde 1967, tiene seis meses para concretar la inversión que realizaría en obras de mejora de las instalaciones si quiere seguir en ese lugar.
Lo señaló el viernes pasado el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, tras una reunión del Consejo de Administración de esa entidad, que es la titular del espacio público que ocupa el Náutico gandiense.
Según señaló Martínez, la APV, «de mutuo acuerdo» con el Náutico, ha decidido denegar la concesión administrativa para ampliar el permiso para quedarse en ese lugar por un periodo de entre 30 y 40 años. La denegación tiene una explicación económica, dado que el club que preside José Miguel Domínguez ha presentado un plan de inversiones que la APV no considera proporcionada al tiempo que seguiría ocupando ese espacio público del puerto de Gandia.
Según el presidente de la APV, el Club Náutico «está trabajando en otra solicitud de concesión administrativa», y mostró su deseo de que esté tramitada antes de seis meses, dado que es el próximo agosto cuando caduca la última prórroga concedida a una concesión que finalizó en 2013. Aun así, Aurelio Martínez no ocultó que aprobar otro permiso al Náutico, que él situó por un periodo de 20 o 25 años, «dependerá de las inversiones y las actuaciones» que se comprometa a realizar, así como que la mayor parte de esas mejoras se realicen en los primeros años de la concesión.
La cuestión es, por lo tanto, si la Junta Directiva y los socios del Club Náutico de Gandia están en disposición de demostrar a la APV que logran el dinero para las obras de mejora, que, al menos, habrán de realizarse en el edificio del club social y en los pantanales. De no ser así, a partir de agosto la APV quedaría con las manos libres para abrir un concurso público y que cualquier entidad pudiese optar a gestionar las instalaciones que el Náutico ocupa desde hace cuarenta años.
Cambio en el ayuntamiento
Lo que sí está claro es que, durante este proceso negociador, el Náutico se encontrará con un cambio en su relación con el Ayuntamiento de Gandia. Antes, cuando gobernaba el PP, Arturo Torró dijo que el futuro del club estaba entre sus prioridades, e incluso se mostró dispuesto a colaborar económicamente para financiar parte de las obras.
Tras las elecciones municipales del año pasado y la formación del nuevo Gobierno local del PSPV-PSOE y Més Gandia esa situación ha variado. En el actual estado de quiebra económica, no es previsible que el consistorio destine dinero a un club deportivo cuyos socios deberán ser los que se rasquen el bolsillo o encuentren al inversor que costee el proyecto presentado a la APV.
