Durante los últimos días, el departamento de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Oliva ha procedido a llevar a cabo diversas acciones reclamadas por los vecinos olivenses gracias a la reciente adquisición de una máquina retroexcavadora que era muy necesaria.
La primera de estas actuaciones ha sido la apertura de la desembocadura de la Séquia del Vedat o río Bullent en perpendicular al mar Mediterráneo. Esta obra se ha llevado a cabo tras las numerosas quejas de los vecinos de la urbanización Rabdells porque el cauce se estaba comiendo parte de las dunas costeras, que están protegidas por las normas ambientales de la Unión Europea.
Este nuevo lecho recto permite que el agua discurra directamente hacia el mar, retirando la arena que la dinámica marina acumula en la playa y bloquea la salida del caudal. Así se evita que busque caminos alternativos, erosionando las dunas.
Esta obra se realiza especialmente teniendo en cuenta la posibilidad de que se produzcan lluvias intensas y la corriente del Bullent sea mayor. Según indicaron fuentes municipales, la adquisición de la excavadora permitirá repetir este acto siempre que sea necesario, salvaguardando el patrimonio natural de esta zona de Oliva.
Por otra parte también se ha aprovechado para abrir directamente al mar, con una zanja perpendicular a la playa, la desembocadura del río Molinell o Racons, que constituye el límite de término con Dénia. En este lugar también se produce el efecto de que la arena, movida por las olas, bloquea la salida del agua del río, de manera que se crean cauces perpendiculares a la línea de costa, lo que crea problemas en esta zona turística, especialmente a los clientes de los cámpings.
Tanto en el río Bullent como en el Molinell el bloqueo de las desembocaduras es algo frecuente, y años atrás la solución al problema se eternizaba porque el ayuntamiento no tenía autorización para realizar ninguna obra en suelo de dominio público marítimo terrestre.
Ante la insistencia del consistorio para poner fin a estas situaciones, la dirección general de Costas autorizó a los responsables del ayuntamiento a acometer estas aperturas de los ríos al mar, pero siempre bajo la premisa de preservar al máximo esos espacios protegidos.
