La crisis interna en Ciudadanos (C's) de Gandia no solo no se solucionó en el día de ayer, sino que fue tan a más que ha acabado definitivamente por romper un partido que, con un representante en el ayuntamiento, es clave para la gobernabilidad de la ciudad.
El concejal Ciro Palmer, que también es el coordinador local de C's, propuso a mediodía de ayer a la dirección provincial la suspensión de militancia de quienes hasta ahora eran su secretario y su asesor en el ayuntamiento, Maximiliano Doncel y Daniel Martí, que cobran un sueldo público. La respuesta llegó de inmediato y, bajo el argumento de una «pérdida de confianza», Juan Córdoba, coordinador provincial, avaló y ordenó que se ejecutara esa petición. A Doncel y Martí se les ha abierto un expediente informativo que podría concluir con su expulsión definitiva de C's.
En segundo lugar, Ciro Palmer requirió por escrito a la alcaldesa de la ciudad, la socialista Diana Morant, que los dos sean destituidos de sus cargos públicos, algo que Morant cumplirá en los próximos días porque esa decisión recae exclusivamente en la persona del concejal electo, quien libremente elige a sus colaboradores en el ayuntamiento. En el caso de Daniel Martí, su nombre profundiza aún más la crisis porque fue el número dos de la candidatura de C's en las pasadas elecciones municipales y hasta ahora ha desempeñado cargos de mucha importancia, como representar a su partido en el Consejo de Administración de la empresa pública IPG hasta el momento de iniciar el proceso de liquidación.
Toda esa tempestad viene a cuento de la actitud de Martí y Doncel por la adjudicación de la gestión del Centro Deportivo Roís de Corella a la empresa de un militante de C's, Vicente Escolano, quien colaboró económicamente en la campaña electoral de su partido. Los dos creen, y así lo dijeron ayer en rueda de prensa, que Escolano está «inhabilitado» para quedarse contratos públicos en toda España por un motivo que no aclararon. Es más, Doncel anunció que, a título personal, había presentado un escrito a la Fiscalía de Valencia para que investigue la adjudicación de ese contrato de gestión.
Del intento de unidad a la ruptura
La imagen de esa rueda de prensa resultó reveladora. Pese a que Daniel Martí había anunciado que comparecería junto a Doncel y a Ciro Palmer para escenificar la unidad del partido, el concejal optó por sentarse entre los periodistas que acudieron, poner cara de enfado y realizar constantes entradas y salidas de la sala para atender al teléfono, aparato por el que iba transmitiendo la situación del partido a los órganos superiores.
Por la tarde, Palmer evitó hacer declaraciones y se limitó a solicitar que se requiriera la opinión de la dirección provincial de C's. «Yo haré lo que mi partido me pida». En ese momento su partido ya había decidido suspender de militancia a Martí y Doncel, y el propio concejal había solicitado a la alcaldesa que cesaran como sus más estrechos colaboradores, algo de lo que los afectados se enteraron por la prensa.
