Si por algo se ha caracterizado la crisis económica que afecta al país desde hace casi diez años es por el fuerte impacto que ha tenido en las familias de clase media, por aumentar la vulnerabilidad de aquellas personas que ya antes sufrían problemas y por el cierre de un gran número de empresas, tanto grandes como pequeñas, que han dejado por el camino un importantísimo reguero de parados en la comarca de la Safor.
Precisamente este último hecho es el que está detrás de un dato que así, de primeras, sorprende. Y es que mientras que centenares de empresas bajaban la persiana por culpa de la crisis, el número de restaurantes en los municipios de la Safor iba en aumento.
Existe una relación clara entre ambos datos. Y es que a lo largo de los últimos años han sido muchas las personas que, tras perder sus puestos de trabajo por cuenta ajena, lejos de quedarse en casa lamentándose por su mala suerte o de salir a buscar una oportunidad que sabían que tardaría en llegar, decidieron emprender, capitalizar su prestación económica del paro y montar un restaurante, bar o cafetería.
No en vano entre 2007, año en que estalló la crisis por la caída de las hipotecas 'supbrime', hasta el pasado 2015, en la Safor ha crecido el número de restaurantes en un 28%. En concreto, la comarca ha pasado de los 512 a los 657 locales de este tipo en nueve años, una cifra muy llamativa teniendo en cuenta la gran depresión que ha sufrido la economía del país en los últimos años.
En la capital comarcal, Gandia, había en funcionamiento el pasado año un total de 356 restaurantes, cuatro más que en 2014 y 86 más que en 2007.
Los registrados en 2015 suponen, de hecho, el mayor número de restaurantes de la historia en la ciudad de Gandia, según la serie histórica a la que ha tenido acceso este periódico y que se remonta hasta el año 1986.
En el conjunto de la comarca, la mayor cifra de restaurantes abiertos se alcanzó en 2012, debido, sobre todo, a que Tavernes de la Valldigna contaba con hasta nueve negocios más de este tipo. En ese año había locales por los 40 que hay ahora. El caso de este municipio es paradigmático, en tanto que, a diferencia de lo que ocurre con las otras dos ciudades de la comarca, en 2015 solo tenía en funcionamiento dos restaurantes más que en 2007.
Oliva, por su parte, también ha visto incrementado el número de locales al pasar de los 75 a los 103.
Si bien el año pasado no se registró récord en el número de negocios en funcionamiento en la comarca, en plazas disponibles para los clientes (tiene que ver con el tamaño y capacidad de los locales) sí se alcanzó la cifra máxima, con 37.731 plazas, de las que 20.861, más de la mitad, eran en la ciudad de Gandia.
La capital de la Safor nunca antes había tenido tantos servicios de restaurante disponibles. Solo en un año, entre 2014 y 2015, aumentaron en 1.180 (6 %) las plazas de hostelería disponibles.
