Si todo marcha como está previsto, la Junta Local Fallera de Oliva desaparecerá tal y como se le conocía hasta ahora a partir del próximo ejercicio. La entidad que gestiona la fiesta en la segunda ciudad de la comarca de la Safor pasará a convertirse en una Federació de Falles (FdF), como ya ocurre en Gandia y en Tavernes de la Valldigna.
La federación es la fórmula por la que apuesta la Junta Central Fallera de Valencia para estos municipios al ser un conglomerado de asociaciones culturales, forma jurídica que tienen todas las comisiones falleras de la ciudad.
En realidad, el funcionamiento del día a día de la entidad variará más bien poco. Sin embargo, en la Federació de Falles de Oliva tomarán más protagonismo los presidentes de las comisiones, que serán los que formen la asamblea general, donde se tomarán todas las decisiones importantes y que es lo que actualmente se conoce como la Junta Local Fallera.
En todo caso, la conversión se encuentra en una fase muy primitiva, en tanto que ahora se ha remitido toda la documentación a la Junta Central Fallera y debe ser este organismo el que dé el visto bueno a la fundación de la nueva Federació de Falles en Oliva.
A parte de esta cuestión, las fallas de la ciudad afrontan unas semanas muy importantes para su futuro. Cabe recordar que durante el anterior ejercicio estuvo regida por una junta gestora al no haber salido nadie que quisiera optar a presidente. Esta misma semana se abría el plazo de presentación de candidaturas para el próximo año con la intención de celebrar unas elecciones. El plazo estará abierto hasta el próximo 14 de mayo.
Si ese día nadie se ha decidido a dar el paso se creará otra junta gestora que deberá convocar de nuevo elecciones en un plazo de tres meses.
Actualmente, el colectivo fallero de Oliva roza las 1.000 personas entre las seis comisiones.
